El pasado mes de septiembre, el Festival de cine de Venecia tembló ante el estreno de The Brutalist y le concedió el León de Plata a su director, Brady Corbet, y el FIPRESCI, premio del Jurado de la Crítica Internacional. También la Seminci de Valladolid se rindió a sus pies otorgándole la Espiga de Oro.
Ha sido nominada a nueve BAFTA, a nueve Critics Choice Awards, a diez Satellite Awards, a siete Globos de Oro de los que se ha llevado tres (película, director y actor principal —Adrien Brody—) y a decenas más de premios.
El actor Adrien Brody celebra su Globo de Oro por su papel en 'The Brutalist'
Esta carrera culminó ayer con la lectura de nominados a los Óscar de 2024 con el anuncio de que The Brutalist optará al premio en diez categorías (película, director, actor principal, actor de reparto —Guy Pearce—, actriz secundaria —Felicity Jones—, guion original, fotografía, banda sonora, montaje y diseño de producción).
La película cuenta la historia de un arquitecto húngaro judío que emigra a Estados Unidos durante los años 40 para empezar una nueva vida con su mujer de quien la guerra separó. Su vida cambiará cuando un empresario millonario le ofrece un proyecto monumental, momento a partir del cual el american dream será un camino de lucha, renuncias y amigos que llegan y otros que se van, en medio de un contexto donde el talento visionario de Lászlo Toth brilla con luz propia. Todo ello narrado en 215 minutos.
La obsesión de las producciones contemporáneas poderosas de sobrepasar las dos horas y media —ésta llega a las casi cuatro— es un hándicap para muchas películas alargadas hasta la obscenidad. The Brutalist, sin embargo, recibió largas ovaciones en Venecia y ha entusiasmado a la crítica de medio mundo.
El milagro lo ha obrado su director y guionista, Brady Corbert, al que conocimos por su inquietante papel en Funny Games de Haneke y que ha destacado en los últimos años por sendos papeles en Martha Marcy May Marlen o Melancolía.
Su cuarta película es su obra más madura y compleja con la que valientemente se ha enfrentado a un presupuesto monumental y a un metraje casi escandaloso que en muchas ocasiones molesta a buena parte del público que sólo por esta razón no “se atreve” a ir a verla. Pero Corbet, que además hace las veces de guionista en colaboración con la noruega Mona Fastvold, responsable de Dobles parejas o The Mustang, ha abordado la cuestión del metraje con asombroso valor y naturalidad. Si al público le das una experiencia cinematográfica diferente, acude en masa a verla, ha dicho el director.
El resto del milagro lo ha obrado el casting del filme encabezado por un Adrien Brody que a sus 50 años aborda el personaje más ambicioso de su carrera desde el Wladyslaw Szpilman de El pianista de Polanski. Por el que, recordamos, ya se llevó el óscar. Felicity Jones, Joe Alwyn, Raffey Cassidy y el siempre necesario Guy Pearce completan un reparto de altura pese a la polémica de los últimos días porque se ha usado inteligencia artificial para modular el acento de algunos actores.
La próxima gala de los Óscar será el próximo 2 de marzo y The Brutalist se enfrentará a las otras películas más nominadas del año, Emilia Pérez de Jacques Audiard, que se hizo con cuatro Globos de Oro, y que parte con trece nominaciones o Wicked de Jon M. Chu, que parte de diez.