Que Steven Soderbergh es uno de los directores más estimulantes de los últimos 20 años es algo por todos conocido. Empezando por 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' y pasando por 'Traffic', 'Erin Brockovich', la trilogía de Ocean o la premonitoria 'Contagio', su trabajo tras la cámara y su estilo visual son de un director con mayúsculas.
Pero también tiene patinazos gordos como 'Un romance muy peligroso', 'Bubble' o 'El soplón' y otras películas que dividieron y siguen dividiendo a crítica y público como 'El buen alemán' o 'Che: El argentino' y 'Che: Guerrilla'. Pero baremando sus aciertos y desaciertos, sus momentos gloriosos y otros menos acertados, podemos concluir sin la menor sombra de duda, que es un director efectivamente estimulante, un director al que seguir la pista.
La película se centra en la vida de un matrimonio de agentes de inteligencia británicos cuya relación y estabilidad se ve amenazada cuando sobre ella caen las sospechas de que puede estar traicionando a su país
Su última película 'Confidencial' ('Black bag') es, por tanto, uno de esos trabajos del director que no pueden pasar inadvertidos. No solo porque es un thriller, género en el que Soderbergh se siente especialmente cómodo, sino porque cuenta con un elenco actoral de esos que nos dejan pegados al asiento capitaneado por Cate Blanchett y Michael Fassbender con un siempre eficaz Pierce Brosnan dejándose caer por ahí. Y además, tiene como guionista a David Koepp responsable de algunas maravillas como 'Parque jurásico', 'Misión Imposible', 'La habitación del pánico' o 'Atrapado por su pasado'.
La película se centra en la vida de un matrimonio de agentes de inteligencia británicos cuya relación y estabilidad se ve amenazada cuando sobre ella caen las sospechas de que puede estar traicionando a su país. Así pues, el pobre esposo tendrá que vérselas entre su deber y su amor a su mujer… O quizás tal amor se desvanece ante la peor de las traiciones…
Soderbergh logra conjugar todos estos ingredientes con gran tino demostrando que es capaz de volver a un clasicismo formal que no percibíamos de manera tan evidente desde sus películas primigenias
Historias de espías en cuyas vidas o misiones se entremezclan sus problemas domésticos no son algo nuevo en el cine. Todo está inventado. Pero películas en las que se combine la elegancia visual, con una dirección de actores portentosa, una historia electrizante, un ritmo apasionante y un género olvidado, son menos comunes.
Y Soderbergh logra conjugar todos estos ingredientes con gran tino demostrando que es capaz de volver a un clasicismo formal que no percibíamos de manera tan evidente desde sus películas primigenias como 'Erin Brockovich' donde la investigación y la vida personal de su protagonista se mezclaban en perfecta armonía.
Todo ello aderezado con el ingrediente secreto -y no tan secreto- del director, y es que es profundamente entretenido, divertido, casi, y que a muchos recordará al mismísimo Alfred Hitchcock que era capaz de meter matrimonio, espionaje, un MacGuffin y la más pura diversión en hora y media con perfecta maestría.