A partir del verano de 2021 Madrid estará 30 minutos más cerca de Euskadi. Es la fecha a partir de la cual, Adif ha fijado el comienzo del tráfico de pasajeros en el tramo de alta velocidad entre Burgos y Valladolid. El ramal ya está terminado y, desde el mes pasado han comenzado una serie de pruebas sobre el trazado para comprobar el comportamiento de los trenes a alta velocidad.
El trazado de la vía completa 95 kilómetros que unen Burgos con el nudo ferroviario de Valladolid, en Venta de Baños, y que es paso obligado para el trayecto en tren desde Vitoria hacia Madrid. Un viaje que transcurre lentamente hasta la capital de Castilla y Léon, donde el convoy pasa a la vía de alta velocidad, para alcanzar ya, ahí sí, una media de más de 200 kilómetros por hora.
La puesta en marcha de este tramo reducirá la duración del trayecto desde Vitoria a Madrid, que actualmente asciende a las 3 horas y 55 minutos, a menos de tres horas y media. Lo que facilitará la comunicaciones entre Euskadi y la capital.
Según fuentes Adif, “los trabajos están finalizados a excepción de los que se están realizando en la estación de Burgos, que no afectan a la puesta en servicio”. Se trata de actuaciones para acercar el acceso desde al andén en la dársena de la estación burgalesa. Superados lo problemas en el túnel de Estépar y en puente del Arlanzón, la sociedad que gestiona la infraestructura ferroviaria ya focaliza sus trabajos en las pruebas en escenario real con trenes.
Son trayectos en los que los conductores de las locomotoras van conociendo el trayecto y testando que los sistemas de seguridad que envían información desde la vía al vehículo ferroviario funcionan correctamente. Esos trayectos quedan grabados y son revisados por la Agencia de Seguridad Ferroviaria (AESF) que deberá evaluar si es necesario realizar algún ajuste o pueden comenzar las operaciones comerciales.
A la espera de ese dictamen, Adif maneja el verano del año que viene como la fecha de referencia para iniciar el comienzo de las operaciones, tal y como han confirmado portavoces del administrador de la Infraestructura Ferroviaria a ´Crónica Vasca´. Es el final de un largo viaje que comenzó hace más de 10 años para este tramo, en concreto, en 2009.
La conexión con la Alta Velocidad vasca, asignatura pendiente.
Pero la clave para terminar de unir la alta velocidad con la “Y vasca” está todavía muy lejos de verse hecha realidad. El tramo que unirá Burgos con Vitoria está todavía en estudio. Más de 90 kilómetros que, además, deben afrontar una orografía francamente compleja, como el paso de Pancorbo. El proyecto se encuentra todavía pendiente de las autorizaciones de Medio Ambiente. Luego serán los proyectos de construcción, la ejecución y, en el fondo, la prisa no aparecerá hasta que no esté completada la “Y vasca” que dará sentido a la conexión.
De momento, los PGE, empiezan a contemplar partidas en 2023, con 150 millones, que se elevan a 270 millones de euros en 2024. Todavía muy lejos de los más de 1.500 millones en se ha calculado el coste de la conexión de alta velocidad entre Vitoria y Burgos, el ramal clave para la conexión de la Alta Velocidad vasca con el resto del país.