La patronal de Bizkaia, CEBEK, ha puesto encima de la mesa la necesidad de acometer despidos también en las empresas que se han acogido a los Ertes, aunque éstos les obligaban a asumir el compromiso de no poder realizar despidos hasta seis meses después de la finalización de la aplicación de esta medida. Las inyecciones de crédito a las empresas y los Ertes han salvado la situación a lo largo de este año, pero no han sido más que un parche asistencial para hacer frente a la caída de la demanda. La situación actual y el arranque del 2021 está poniendo a las empresas frente a la toma real de la temperatura del mercado económico y los datos no son buenos. Hoy, el presidente de CEBEK, Iñaki Garcinuño, ha abierto un melón que estaba soslayado desde que el Gobierno pactó con patronal y sindicatos la figura del Erte, como una medida con la que salvar empleo ahorrando a las empresas una parte importante del coste laboral.
Y es que las empresas están comprobando que no hay movimiento en la economía suficiente para mantener las plantillas que había antes de la crisis de la pandemia. Por ello se ven con problemas para mantener el compromiso de no acometer despidos. Así lo ha señalado esta mañana el presidente de la patronal de Bizkaia, CEBEK, Iñaki Garcinuño, en una entrevista en Euskadi Irratia en la que ha solicitado abiertamente la norma por la que se obliga a mantener el empleo durante seis meses a las empresas que se acogen a un Erte, ya que "a veces es necesario llegar a los despidos" para "mantener la empresas y resto de empleos".
Garcinuño ha señalado que las empresas "están manteniendo el empleo", pero "a veces no es posible", ya que son las ventas y los clientes de las compañías las que "mantienen" los puestos de trabajo. Ha destacado que esta herramienta es un "instrumento muy bueno", y terminarán "seguramente en enero y se mantendrán unos meses más", pero el compromiso, impuesto por ley, de mantener los empleos durante seis meses es una "mala medida". Ha reconocido que es normal que si se recibe una ayuda se pongan condiciones pero hay que tener en cuenta con una "crisis grande" como la actual el despido, "aunque sea duro a veces", puede ser "conveniente para salvar el barco y una empresa sufre mucho si su producción no se amolda a las ventas".