Euskadi mejora levemente la previsión del retroceso de su economía. Así la actividad económica mejoró en dos décimas la estimación inicial que hizo el Eustat. Es un 7,5% la caída sobre el año pasado en el PIB, una cifra que mejora la previsión que se había fijado en un 7,7 %. Se apoya en un gran comportamiento del verano. Tras el confinamiento, la actividad generada en los meses de julio, agosto y septiembre, se elevó un 15,5% en comparación el segundo trimestre del año. Un comportamiento esperado, dado que en abril, mayo y junio el parón generado por la primera ola del virus fue casi total. En cualquier caso, el verano también ha mejorado la previsión del Instituo Vasco de Estadística que previó un crecimiento tres décimas inferior para el periodo estival.
Pero los datos no dejan de reflejar la realidad hasta septiembre, tras la reincoporación a la actividad de verano en el que el despertar del consumo y la producción activaron de nuevo a la economía. Falta por ver ahora si, tras el otoño, la economía vasca es capaz de cerrar un 2020 con una caída en la economía inferior al 10%. De hecho, las previsiones del Gobierno vasco, fijaron el descenso para el ejercicio completo en un 10,1%. Una previsión que llevaron al Consejo Vasco de Finanzas del mes de octubre que estableció una caída en la recaudación de más de 2.000 millones de euros. A esa situación hay que añadir las restricciones aplicadas en noviembre, el nuevo estado de alarma y el cierre de bares y aplicación de toque de queda. Una situación que está generando muchos problemas en las empresas que, en más de 7.000 casos se han visto obligadas a presentar un ERTE y que, en el tercer trimestre han visto como ascendían un 24% los procesos concursales respecto al año anterior.
Junto a esto, sectores estratégicos para la economía vasca no dan síntomas de recuperación. Así el sector aeronáutico sigue registrando un parón en la cartera de pedidos que supera el 50%, en la energía, la evolución del combustible, el gas y el petróleo tampoco ayudan. Petronor sigue al 50% de producción y las empresas tuberas singuen sin recuperar los pedidos y con bastantes problemas en el empleo. La automoción, aunque presentó una rápida recuperación de la actividad en verano, tiene ahora que acusar la bajada importante en la venta de vehículos y los efectos del nuevo parón.
El dato del descenso del 7,5% es algo más positivo que el del conjunto de España que se ha fijado en un 8,7%, mientras que la zona euro, el comportamiento ha sido mucho mejor con una caída interanual que se queda en el 4,3%.
Por sectores. Hasta septiembre, y sin contar todavía el impacto de la segunda ola, son la hostelería, el comercio y el transporte los sectores que más sufren con una caída respecto al año pasado del 10,2%. La industria es el segundo con una caída del 9,5%.
En cuanto al verano, los sectores que más reactivación han experimentado en los meses de julio, agosto y septiembre la industria ha liderado esa reactivación con un 25,4% de aumento respecto a la primavera, mientras que la hostelería, el comercio y el transporte le siguieron con las reaperturas de verano con un crecimiento respecto al segundo trimestre del 15,6%.
Por territorios históricos, Álava es el que mejor comportamiento presenta con una caída respecto al 2019 del 7,2%, frente al 7,4% de Gipuzkoa y el 7,7% de Bizkaia.