Desde la llegada del covid-19, Euskadi cuenta con 1.433 empresas menos, un 2,4% del total de 57.460 compañías.. La crisis generada por la pandemia ha sido un duro golpe para toda actividad económica y esto incluye a esos jóvenes vascos que se habían embarcado en la aventura de emprender un negocio. Juan Carlos García es el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Álava-Ajebask, y hace 11 años, en 2009 y en plena crisis económica en España, decidió montar su propia empresa de informática. Tras dos años al mando de Ajebask, reconoce que él ha visto una oportunidad ante esta situación e incluso ha podido contratar a tres personas más.
En cuanto al número de empresas asociadas, la cifra neta que maneja Ajebask no ha aumentado. Con la llegada del coronavirus se han destruido entre el 10 y el 15% y aunque están llegando ideas nuevas, en este momento hay muy poco crecimiento. “Estos datos tienen relación sobre todo con las empresas de reciente creación que se habían creado en 2018 y 2019 y que estaban empezando a crecer. Llegó la pandemia y al no tener la suficiente solidez como para aguantar, se han destruido porque no han conseguido asentarse”, detalla Juan Carlos García.
Caos y oportunidad
La vuelta a la actividad no ha sido igual para todos los sectores y el servicios parece ser el que está retomando la actividad en un porcentaje más alto. En cambio, el sector industrial es el que más complicaciones está encontrando y todavía tiene su facturación muy reducida respecto al año pasado, en torno a un 35%. Según datos de Ajebask, el 45% de las empresas han tenido una reducción de la facturación de entre un 51 y un 75%.
Es por ello que desde la asociación reclaman más y mejores ayudas. Su presidente cuenta que lo que le trasladan los asociados es que se encuentran problemas a la hora de pedir líneas de financiación como los ICO o Elkargi. “Cuando van a pedir estas ayudas, les piden avales personales. Si voy a solicitar ese préstamo no me puedes decir que te garantice el 100% de lo que te estoy pidiendo, porque si ya lo tuviera no lo pediría. Este es el problema que nos estamos encontrando cuando salimos al mercado a pedir financiación, que no existe como tal. Si no hay acompañamiento por parte de las instituciones o de las entidades financieras para apoyar este tipo de inversiones, los proyectos no salen adelante".
Sin embargo, esta crisis también ha sido una ventana de oportunidades para otros negocios, sobre todo en el sector tecnológico. “La demanda de este tipo de proyectos ha aumentado un 30% por todo lo que es la digitalización y la adaptación a la industrial 4.0. Nos llegan ideas para crear aplicaciones para hostelería, para comercio, para venta digital… A día de hoy es lo que el mercado está demandando y los empresarios están detectando esa necesidad. Evidentemente no podemos centrarlo todo en ese sector, hay muchos más en los que habría que emprender, pero a día de hoy la oportunidad está ahí”, cuenta García.
Visión realista del mercado
Sobre el futuro, Juan Carlos García se muestra optimista y cree que el 2021 nos puede sorprender, aunque es consciente de que ahora emprender va a costar más. “Igual sí que se pierde un poco la motivación y cuesta más arrancar y decidir embarcarse. Las cifras de asesoramiento han bajado mucho. Emprender no es fácil, es muy motivador y enriquecedor pero también hay que ser realista cuando se monta un proyecto”.
Durante la anterior crisis económica, especialmente en el 2007 y 2008, se crearon muchas empresas de autoempleo como salida ante la desocupación. García explica que muchas de ellas no continuaron porque no estaban sustentadas en un plan de viabilidad ni en un estudio de mercado. Para él, ser consciente de lo que se va a montar, tener en cuenta el escenario y analizar bien el mercado es fundamental por eso ve una posible vía ahora mismo en las empresas ya afianzadas y que puedan tener un relevo generacional.
“En el sector industrial siempre es más difícil emprender porque la inversión inicial es mucho mayor. Por eso creo que hay que apostar por aquellas empresas en las que hay relevo generacional. Este año ha sido lo que es, a partir del próximo se volverá a retomar bastante la actividad y volveremos a la senda del crecimiento. Sobre todo gracias a estos dos pilares: las empresas familiares que sigan y los nuevos negocios tecnológicos”, apunta Juan Carlos García.