El diagnóstico de las Cámaras de Comercio del País Vasco alerta sobre un empeoramiento de las condiciones económicas tras la llegada de la segunda ola del coronavirus. Se percibe más lejana la recuperación que se aleja hasta 2022, la financiación y la liquidez se convierte en la principal preocupación, aumenta el riesgo sobre el empleo y crece la desafección ante las decisiones de la Administración. Son síntomas que evidencia un cansancio del sistema, con valores que bajan respecto a la última encuesta de junio y que evidencian el efecto de la segunda ola.
En una encuesta realizada sobre más de 2.000 empresas en la última semana de noviembre por las Cámaras de Comercio del País Vasco, el Índice de Preocupación por la covid-19 ha vuelto a subir hasta el 8,2 sobre una escala de 10. La percepción empeora las previsión que tenían las empresas en junio, cuando estábamos saliendo del primer confinamiento.
A pesar de los buenos datos de la actividad e, incluso de la exportación en los meses de verano, la vuelta en otoño de las restricciones y de la movilidad ha vuelto a generar un efecto que la economía está acusando. Así, el 56% de las empresas cree que la recuperación no llegará antes de dos años, mientras que en junio esa cifra llegaba sólo al 44%. Y es que más de la mitad de las empresas vascas consideran que en 2021 no se recuperará el ritmo de crecimiento y que, por lo tanto, será necesario esperar al menos hasta 2022 para normalizar la situación.
En cuanto a las perspectivas de negocio para el 2022, la tónica no varía. El 80% de las empresas ven un año en el que irán entre muy mal y regular. Sólo un 20% mantienen perspectivas buenas o muy buenas.
Es el empleo es uno de los factores para el que más negro se ve el escenario. La mayoría de las empresas consultadas considera que se seguirá destruyendo empleo, por eso, las Cámaras vascas han insistido en la necesidad de activar políticas que permitan paliar estos efectos sociales e incentivar la creación de empleo en sectores emergentes, como los de las energías renovables.
Sobre el papel de la Administración Pública, las empresas consultadas en un 77% de los casos considera insuficientes las medidas adoptadas, un porcentaje que sigue creciendo.
Las prioridades del conjunto de los negocios de Euskadi en diciembre se centran principalmente el las finanzas con un nivel de prioridad de 3,8 sobre cinco, el mercado nacional (3,6), la comunicación (3,4) y la digitalización (3,4).