La pandemia marca una recuperación tardía para el sector aeronáutico. Las restricciones a la movilidad, los cierres de fronteras y la posible exposición al virus han provocado un retroceso en las cifras de pasajeros que, en Euskadi, se traduce en una caída de más de un 70% en 2020. Según datos de Aena, en Loiu el tráfico de pasajeros cayó un 71,4%, en el aeropuerto de Hondarribia un 73,8%, y en Foronda un 73,9%.
En el aeropuerto de Loiu, en Bizkaia, estaban planificados 55 destinos para 2020, algunos solo operativos en la temporada de verano. En concreto, 34 conexiones internacionales y 21 estatales, de las cuales se mantienen Madrid, Barcelona, Sevilla, y con menos frecuencia Canarias y Balerares. Todas ellas sujetas a imprevistos, ya que "la situación cambia cada semana".
Con estos datos, la sociedad de promoción del aeropuerto de Bilbao, Bilbao Air, centra su actividad de cara a 2021 en recuperar los vuelos que operaban antes de la pandemia, así como inaugurar las rutas que ya habían sido pactadas pero no han llegado a operar como son las de Lyon y Rotterdam, si bien no esperan una 'verdadera recuperación' hasta la temporada alta de verano, entre junio y septiembre.
"El primer trimestre de 2021 va a ser muy flojo, con la conectividad bajo mínimos, nos trasladarán el plan de semana santa y, luego, veremos qué programan para el verano", afirman Inés Zalbide e Ignacio Casas, responsables de Bilbao Air, quienes, en circunstancias normales, conocerían la programación para sendas temporadas a finales de este mes.
Es, de hecho, de cara a Semana Santa cuando esperan recuperar la conectividad con los principales destinos vacacionales nacionales, si bien "dependerá de la evolución de la pandemia".
En este sentido, esperan además recuperar conexiones a nivel internacional en destinos como Londres, Ámsterdam o Bruselas, así como incrementar las frecuencias de vuelos operativos con París, Múnich o Frankfurt a partir del mes de marzo.
Según explican, las aerolíneas irán trasladando sus planes a finales de febrero, aunque no se plantean nuevos destinos hasta 2022. "Están pasando un momento muy duro y la mayoría van a necesitar de un rescate de sus gobiernos y de otros apoyos que demandan de otras instituciones. - han explicado- Están reduciendo plantillas y estructuras y ello implica que no van a crecer y, por tanto, pensar en nuevos destinos se convierte en más complicado todavía".
Mercado incierto
Por su parte, la sociedad de promoción del aeropuerto de Vitoria, VIA, se mantiene a la expectativa de que se restablezca la situación sanitaria y las compañías aéreas incrementen así sus operaciones. "Somos optimistas y esperamos que una vez se reestablezca el orden sanitario mundial, los pasajeros vuelvan a confiar en la seguridad que volar proporciona", afirman.
En este contexto, VIA, ha adjudicado dos contratos que, pendientes de las limitaciones impuestas por los países motivadas por el COVID, "permitirán promocionar nuestro aeropuerto, ciudad, territorio histórico y comunidad ". Ryanair repite como la aerolínea de referencia cuatro años más, hasta 2025, incorporando Charleroi (Bruselas) a las conexiones que ya opera la compañía. En el mercado turístico Canario, será la aerolínea Binter la que volará durante cuatro años entre Foronda y los aeropuertos de Gran Canaria y Tenerife.
Más allá del tráfico de pasajeros, el transporte aéreo de mercancía en aeronaves cargueras conúa su expansión, motivada, en gran parte, por el auge del comercio electrónico, cuya evolución se ha visto acelerada por las limitaciones de movilidad de los ciudadanos, según traslada VIA, aunque sea por este mismo motivo que el transporte de personas se encuentra extremadamente perjudicado.
El mercado está sumido en la incertidumbre y la recuperación de la actividad de las aerolíneas dependerá de cómo evolucione la situación de la pandemia y las restricciones a la movilidad impuestas por los distintos países. Así lo transmiten los reponsables de promocionar esta actividad.
"Los expertos creen que la recuperación de la demanda será a nivel nacional primero, luego a nivel internacional, siendo el ocio, las vacaciones y el VFR (visiting friends & relatives) los motores dominantes de la demanda de tráfico", afirma Zalbide, si bien los viajes de negocios se recuperarán más lentamente porque "las empresas se han dado cuenta de que algunos temas se pueden resolver sin necesidad de desplazarse y ello supone, además, una reducción de costes relevante".