Los datos del cuarto trimestre de 2020 del mercado laboral de Euskadi ofrecen una cifra de 930.500 personas ocupadas, lo que supone un aumento de 14.200 respecto al trimestre anterior (+1,5%), según datos elaborados por Eustat. El número de personas paradas en Euskadi se estima en 116.900 en el cuarto trimestre del año, 15.100 más que el trimestre anterior.

Por otro lado, la tasa de paro de la C.A. de Euskadi se sitúa en el 11,2%, 1,2 puntos porcentuales más que en el tercer trimestre de 2020. Como resultado de la evolución de la población ocupada y la parada, la tasa de actividad es del 56,1% en el cuarto trimestre de 2020, aumentando 1,6 puntos respecto al trimestre anterior.

Por territorios y respecto al trimestre anterior, es en Álava donde más crece la ocupación, con 6.700 personas ocupadas más; le sigue Bizkaia con 4.100 más, mientras en Gipuzkoa la ocupación aumenta en 3.500 personas. Respecto a las capitales, en Vitoria-Gasteiz aumenta la ocupación en 5.500 personas, en San Sebastián en 1.400 y en Bilbao sube en 200.

En cuanto al género, el mayor aumento de la ocupación se produce entre las mujeres, con 12.500 ocupadas más que el trimestre anterior, mientras que los hombres ocupados aumentan en 1.700. Con respecto a la nacionalidad, las personas ocupadas con nacionalidad española han aumentado en 10.500, mientras que las de nacionalidad extranjera lo han hecho en 3.700.

Más empleo en el sector Servicios

La población ocupada en Euskadi aumenta en el sector servicios en 13.800 personas, en 1.200 en la industria y en 100 en el sector primario; en cambio, desciende en la construcción en 800 personas.

La tasa de ocupación, calculada como el porcentaje de personas ocupadas de 16 a 64 años sobre el total de esas edades, sube 1,2 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior, situándose en el 66,9%. Esta tasa alcanza el 69,3% entre los hombres, mientras que supone el 64,5% para las mujeres.

Más de 36.000 hogares con todas las personas en paro

En el cuarto trimestre de 2020 se estima que hay unos 899.900 hogares en Euskadi, de los cuales, una tercera parte no tiene ninguna persona activa; en casi seis de cada diez hogares todas las personas activas están ocupadas, 3.600 familias menos que en el trimestre anterior; además, los hogares cuyas personas activas están todas en paro son 36.400, 4.700 hogares más que en el trimestre anterior.

La tasa de paro llega al 11,2%

El número de personas paradas en Euskadi, es decir, personas que están buscando empleo, hacen gestiones activas de búsqueda y además están disponibles para trabajar, se estima en 116.900 en el cuarto trimestre del año, 15.100 más que el trimestre anterior. El colectivo de hombres parados, que comprende a 62.600 personas, aumenta en 11.500, mientras que el de mujeres desempleadas lo hace en 3.700, hasta un total de 54.300 en el trimestre.

Los datos del cuarto trimestre de 2020 ofrecen una tasa de paro del 11,2%, 1,2 puntos porcentuales más que el trimestre anterior. La tasa de paro masculina se sitúa en el 11,5% (1,9 puntos porcentuales más) y la femenina sube 0,4 puntos porcentuales, hasta el 10,8%.

Por territorios históricos, es en Gipuzkoa donde más sube el paro, con 9.400 personas desempleadas más y un aumento de la tasa de paro de 2,5 puntos porcentuales, alcanzando el 9,4%. En Bizkaia, que cuenta con 68.300 personas desempleadas, sube el paro en 7.600 y la tasa de paro en 1,2 puntos porcentuales, hasta el 12,6%. En Álava, el número de personas paradas disminuye en 1.900 y la tasa de paro se sitúa en el 10,1%, lo que supone 1,6 puntos menos que el trimestre anterior.

En cuanto a las capitales, el paro aumenta en San Sebastián y Bilbao en 2.700 y 2.500 personas respectivamente, mientras que en Vitoria-Gasteiz desciende en 1.700.

Efecto de la covid-19

Los datos de la población en relación a la actividad del cuarto trimestre de 2020 se han visto condicionados por la covid-19 y las medidas de restricción de la actividad establecidas por las Administraciones Públicas.

Las cifras obtenidas en cuanto a población ocupada o tasa de ocupación están condicionadas por la utilización masiva de algunos recursos, como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que alteran la actividad, pero no necesariamente la condición de la población en relación a la misma. De hecho, las personas que se encuentran en situación de ERTE y que no trabajan en la semana de referencia siguen siendo ocupadas en su inmensa mayoría (98,5%), por tener previsto reincorporarse a su empleo en menos de 3 meses o por seguir cobrando más del 50% de su salario. Otros instrumentos paliativos afectan a los autónomos, pero tampoco alteran su relación con la actividad necesariamente.