En primavera, cuando occidente trataba de luchar contra la pandemia, uno de los principales problemas a los que se enfrentó Europa fue la falta de material sanitario. China y Asia fueron, en aquellos meses, quienes suministraron a los países del arco Atlántico y del Mediterráneo mascarillas, guantes y hasta test predictivos del coronavirus. Grandes cantidades que sirvieron para asistir a hospitales y profesionales sanitarios, pero envíos que también rompieron el equilibrio de los arcones del mar, de esos contenedores de transporte que van y vienen de un puerto a otro. Desde la consultora Ming Da Consulting señalan que esa situación ha dejado en los puertos de Europa una gran cantidad de estos elementos básicos para el transporte de mercancías que, en condiciones normales, estarían en China para facilitar los envíos de material.
Es una de las causas que, en este arranque de año, ha provocado los problemas de suministro desde China y que están afectando a diversos sectores industriales del País Vasco. Javier Rebordinos, de Ming Da Consulting, afirma que es un problema que se extiende a todos los sectores y responde, también, a la llegada del fin de año chino. "Las empresas saben que ese mes apenas hay actividad y todo el mundo hace pedidos para que lleguen antes del año nuevo chino, por lo que se da un bloqueo de transporte antes de esta fecha", explica Rebordinos. La celebración, que paraliza la actividad en el país entre 15 y 30 días a partir del 12 de febrero, supone un problema cíclico en el mercado de las exportaciones, que sufren retrasos de "hasta un mes". Esta circunstancia, sin embargo, se acentúa ahora por las consecuencias derivadas de la pandemia que afectan al transporte de mercancías a nivel mundial. Y es que el país asiático realizó durante 2020 un número exponencial de exportaciones, sobre todo material sanitario, que contrasta con la mercancía llegada de otros países, lo que ha provocado una carencia de contenedores porque China "recibe muchos menos de los que envía", explica Rebordinos.