La recuperación de la economía vasca no llegará hasta 2022 y la situación seguirá empeorando durante el primer semestre de 2021, según la encuesta semestral elaborada por el Colegio Vasco de Economistas entre sus colegiados. El 43,1% de ellos considera que la evolución económica de Euskadi será negativa en la primera mitad de este año, mientras que el 41,2% cree que mejorará. Más pesimista es su previsión sobre la evolución del empleo, ya que el 67,4% cree que el paro aumentará en los próximos seis meses.

Estas son algunas de las principales conclusiones recogidas en este 'EKonometro', sondeo que mide el indicador de confianza económico en Euskadi a partir de una encuesta de coyuntura cuyo objetivo es recabar las opiniones de los economistas vascos colegiados en cada contexto, así como las perspectivas de la empresa y economía en general de cara al futuro.

El informe, de carácter semestral, ha recogido las opiniones de 508 colegiados, encuestados a fecha de diciembre del año pasado, con el objetivo de avanzar un análisis económico a corto plazo y recoger su opinión acerca de la situación económica, marcada desde marzo de 2020 por la pandemia. Según los encuestados, en Euskadi habrá que esperar "como poco" a 2022 para que la economía vasca supere la crisis generada por la pandemia y esa salida será "lenta", según han valorado los economistas que han participado en esta decimotercera encuesta del ekonometro, estudio semestral que elabora entre sus colegiados el Colegio Vasco de Economistas desde 2014.

El 49,2% de las respuestas señala que el País Vasco se recuperará en 2022 y el 28,8% indica que habrá que esperar a 2023. No llegan a una cuarta parte las respuestas de quienes piensan que la crisis se resolverá en 2021. Sólo el 2,6% cree que la recuperación tendrá lugar en el primer semestre de 2021 y el 19,4% apuesta porque se produzca en el segundo semestre de 2021. El grupo más joven se revela como el más pesimista y ninguna de las personas que lo integran apuesta por una recuperación en el primer trimestre de 2021. En este colectivo, el 42,7% cree que la recuperación se producirá en 2023.

En cuanto al paro, el 67,4% de los economistas consultados creen que el paro aumentará en los próximos seis meses en Euskadi. Mientras el 38,4% considera que se producirá un incremento "leve", en cambio otro 29% considera que será "importante". Por el contrario, el 19,4% confía en una leve disminución del paro y el 2,6% piensa que la reducción del desempleo será importante.

Con relación a las opiniones expresadas acerca del paro en el EKonometro de junio de 2020, los datos, respecto a la evolución del empleo son esta vez "menos pesimistas", tal y como ha indicado Javier Corral, integrante del equipo coordinador de la encuesta.

Fondos Europeos

En opinión de los economistas, los fondos europeos deberían destinarse de forma preferente al refuerzo de la Sanidad Pública. Un 31% cree que esa debe ser la primera opción, mientras que el 28% considera que debe anteponerse la modernización y la digitalización del tejido industrial, y para el 14% el destino principal de los fondos debería ser la ciencia e innovación. El informe señala asimismo que el 75,6% de colegiados encuestados apuestan por una atención "conjunta y paralela" de la salud y la economía. Mientras el 20,7% cree que debe priorizarse la salud, únicamente un 3,7% piensa que debe primarse la atención a la economía.

El 75,6% de los economistas manifiestan que la salud y la economía se deben atender de forma conjunta y paralela. Algo más del 20,7% cree que debe priorizarse la salud y únicamente un 3,7% que debe priorizarse la economía. Estos porcentajes varían en determinados colectivos: un 15% de los menores de 30 años y un 10% de los desempleados considera que debe priorizarse la economía. Por el contrario, en el colectivo de jubilados nadie propone que se anteponga la economía a la salud.

A su vez, en cuanto a los principales problemas a abordar, un 60% de los participantes en la encuesta cree que el desempleo es el principal problema de la economía, mientras que el 24,2% piensa que lo más graves es el estancamiento económico. Los que consideran que el gasto público es la cuestión más preocupante suman el 12,6%, mientras que al 4,4% le preocupa especialmente la subida del coste de la vida, los impuestos o la inflación.

El 73,3% de los economistas encuestados opina que la situación económica en la Comunidad Autónoma Vasca ha empeorado en los últimos seis meses. El 45,2% considera que de forma leve y el 28,1% considera que el retroceso ha sido importante. El 8,6% cree que la situación no ha variado, mientras que el 16,9 % aprecian una ligera mejoría. Sólo en 1,2% aprecia una mejora considerable en la economía de Euskadi.

Los economistas han establecido un ranking con los factores que consideran que afectan a la competitividad de la economía vasca, situando en primer lugar la I+D+i y otorgando el segundo y el tercer puesto al nivel de consumo y los costes salariales. El fraude y el precio de la energía ocupan los últimos lugares. El acceso a la financiación que venía ocupando en ediciones anteriores los últimos puestos, pasa a ocupar la zona media.

En esta edición, el Índice de Confianza del economista es negativo, también los valores de todos los subíndices son negativos a excepción del indicador de la situación económica general. Sin embargo, el diferencial del Índice de Confianza del consumidor con respecto a los datos del ekonometro de junio de 2020 es positivo. Puede decirse que las y los economistas tienen una percepción más positiva de la evolución de la economía que en el semestre anterior.

Planes de previsión

Otro de los apartados del ekonometro se centra en las pensiones y los planes de previsión, a partir de la propuesta de mejoras fiscales y legales para los planes colectivos o de empleo de las empresas realizada por el Pacto de Toledo, así como acerca de una reducción de los incentivos fiscales para los planes de pensiones individuales. En este aspecto, el 62,9% de encuestados está "de acuerdo" en que se apoyen los planes colectivos de previsión voluntaria, y considera que deben mantenerse los incentivos a los planes individuales. Entre quienes trabajan en el sector bancario el apoyo a esta opción asciende hasta el 83%. El 12,2% de las personas encuestadas considera que no debe incentivarse ningún tipo de sistema de previsión voluntario y el 8,2% se muestra en desacuerdo con el establecimiento de planes colectivos o de empleo.

Respecto a los planes de previsión asociados del Colegio Vasco de Economistas, el 58,6% de las personas encuestadas es partidario de que se mantengan y disfruten de los mismos incentivos fiscales que los futuros Planes de Empresa. Un 30% considera que los planes actuales del CVE deben reorientarse, mientras que un 11,3% es partidario de la supresión de estos planes.

Finalmente, y de cara a avanzar en la transición energética, en el marco de la denominada "fiscalidad verde", hay voces que plantean un alza en el gravamen del combustible diesel. Un 36,6% de las personas encuestadas considera que previamente debe implantarse una política industrial más integral, innovadora y sostenible. El 29,3% cree que la fiscalidad debería ser proporcional a la contaminación y emisiones de cada tipo de combustible. Algo más del 17% cree que no es el momento de implantar una "fiscalidad verde" al diesel, ya que ello podría dañar el sector vasco de automoción. La opción de implantar una fiscalidad medioambiental sobre el diésel es la menos apoyada con un 16,4%.