El comercio local está herido. En realidad lleva años enfermo, pero la pandemia acelera una agonía a la que hay que poner remedios rápidos para mantener no solo el empleo, también la vida y personalidad de las ciudades. Se trata de un sector envejecido: los 14.000 comercios minoristas que hay en Euskadi tienen 30 años de media. Un envejecimiento que comparten también sus dueños (51 años) y además “carente de relevo”, según refleja el Barómetro del Comercio Minorista Vasco en 2020.
Es un ambiente que ya estaba empobrecido antes de la pandemia, que es cuando se recogieron los datos. Esta solo ha conseguido acelerar un proceso que se barrunta desde hace años, con un descenso general de las ventas. Las cifras, las ofrezca quien las ofrezca, son malas: el INE habla de una bajada del 3,5% de ventas en el comercio minorista de Euskadi. Eustat, en cambio, señala una caída del 4,9%.
Son cifras negativas que aún así 'hacen reír' a José Andrés Cebrecos, presidente de Bizkaidendak. “No tenemos datos exactos, pero por lo que percibo yo y los comercios asociados la bajada es mucho mayor que un 3%”, asegura. También coincide con esta versión el presidente de Cecobi, Pedro Campo, que situaba en un 60% las pérdidas del comercio local vizcaíno.
¿Por qué ha disminuido tanto el comercio local?
La primera conclusión es simple: las tiendas han estado al menos dos meses cerradas, por lo que no han podido vender. Lo contrario a las plataformas dedicadas a la venta online, que han multiplicado su actividad en 2020. Cada vez más vascos hacen su compra por internet, desde caprichos puntuales hasta productos básicos.
El virus ha provocado que esta corriente aumente de forma significativa: un 74% de los consumidores compraron por internet 2020, según los datos de noviembre, último dato del Barómetro del Consumidor. Hace cuatro años, la última muestra del Gobierno vasco, el porcentaje era del 51%.
La tendencia ya era ascendente y, una vez más, la pandemia la acelera: seis de cada diez vascos han cambiado su hábito de consumo a raíz del coronavirus: la compra online ha subido un 28%, el uso de códigos QR un 33% y el del pago con tarjeta de crédito un 53%. Esto afecta directamente a los comercios de Euskadi, porque no todos están preparados para esta digitalización.
No son los únicos factores digitales que entran en juego: los añadidos más recientes de los pagos mediante el móvil y de bizum se han multiplicado en Euskadi.
Comercio local y digitalización
Las Cámaras de Comercio de Euskadi consideran esencial que los comercios entren en esta digitalización y se integren completamente en el mundo online. “El comercio local necesita una presencia digital. Si estoy en la red me pueden encontrar, aunque luego vayan a comprarme a la tienda. Tienen que adaptar su modelo de negocio y elegir bien su target” explica Amalur Anguiozar, directora de Desarrollo del Territorio de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa.
“Necesitan estar abiertos a aprender”, añade Mari Paz Irastorza, directora de Comercio y Turismo de la Cámara de Comercio de Bilbao. “Desde las administraciones se les debe ofrecer una formación online, como la que existe en la Escuela Vasca de Retail o en eus-commerce". Lo ideal para ellos es diferenciarse en servicios y crear una comunidad de clientes”.
Los comerciantes tienen una opinión diferente a la de las instituciones. “La solución no es la digitalización, el futuro no está por ahí. Hay que estar en internet, pero nunca podremos competir con el comercio online a no ser que les incluyan algún tipo de arancel. Siempre habrá gente que prefiera comprar por internet por precio o por comodidad. Lo que hay que explicarles es que esos pedidos no generan impuestos ni beneficio sobre ellos como sí lo hace el comercio local”, afirma Cebrecos.
La apuesta por la venta online no convence en el sector: en 2020 solo el 11% de los comercios recogidos en el Barómetro del Comercio ofrecía venta online. Un 1% menos que hace un lustro, cuando la digitalización estaba mucho menos implantada. Además, solo el 9% de las ventas de estos negocios se realizan por internet.
Un futuro incierto
Y es que el comercio local parece condenado a un callejón de difícil salida, arrinconado por la pandemia y por la compra online. Los más pesimistas podrían contemplar incluso su desaparición. “No se va a extinguir, pero será un modelo diferente al que tenemos. En cinco o siete años estaremos muy tocados porque tenemos un público muy mayor. Rara vez entra alguien menor de 50 años a mi tienda”, asegura el presidente de Bizkaidendak, que regenta un negocio de calzado.
700 comerciantes vascos han cerrado definitivamente sus negocios en este 2020: el del comercio ha sido el sector más golpeado en este aspecto. Bizkaidendak y Cecovi estiman que debido al cierre bajarán la persiana el 20-25% de los negocios. A pesar de este escenario pesimista, Cebrecos reconoce que siempre serán necesarias las tiendas a pie de calle. Por pocas que sean. “La pandemia ha demostrado que la gente tiene que tener un comercio al lado”.