La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) ha rebajado un punto, hasta el 5,7%, su estimación de crecimiento del PIB para este año debido al retraso en el inicio de la recuperación como consecuencia de la tercera ola del Covid-19, las restricciones a la actividad y a la movilidad, el lento avance de la campaña de vacunación y la contracción de algunos de los principales mercados de exportación.
Para 2022, espera un crecimiento del 6,3%, una décima más que lo estimado anteriormente, debido a que parte de la demanda embalsada de unos 56.000 millones de euros se seguirá absorbiendo paulatinamente, así como una mejora del turismo una vez completada la fase de la vacunación contra el virus.
Así lo han trasladado este viernes el director general de Funcas, Carlos Ocaña, y el director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, Raymond Torres, que han asegurado que la clave de la recuperación será, sin duda, la evolución del turismo, más que el impacto de los fondos europeos, que cifran solo en un punto para este año si se gastan unos 14.000 millones de euros, por debajo de los 27.000 millones que estima el Gobierno.
De esta forma, el crecimiento del 5,7% que estiman para este año está basado en la hipótesis de que la campaña turística se sitúe en el 26% del valor normal de las últimas campañas precovid, y que esta se eleve al 75% en 2022. Además, se absorberá este año el 40% de la demanda embalsada de unos 56.000 millones de euros. En cuanto a la composición del PIB en 2021, aumenta la aportación de la demanda interna en dos décimas, hasta 6,1 puntos, mientras que el sector externo detraerá 4 décimas, frente a las ocho previstas anteriormente, por el retraso de la recuperación del turismo.
Funcas estima ahora que se producirá un retraso de la recuperación económica, por lo que prevé una caída del PIB intertrimestral del 0,1% en el primer trimestre, que pasará a un crecimiento del 0,9% en el segundo, del 2,6% en el tercero y del 3,4% en el cuarto trimestre, por lo que la recuperación se acelerará a partir del mes de julio.
Crecimiento del 7% si el turismo mejora aún más
"Se trata de una previsión muy dependiente del turismo, dado que si alcanzáramos este año el 50% del valor de una campaña turística normal, en lugar del 26% estimado, el crecimiento del PIB podría elevarse al 7% este año y al 6,7% el año que viene", indicó Torres, quien no descartó que este escenario sea posible, más cercano al crecimiento del 7,2% estimado por el Gobierno, sin el impacto de los fondos de la UE.
Por el contrario, con una temporada turística del 12% de su valor habitual, el crecimiento este año se rebajaría al 4,2% y el año que viene, al 5,3%. A la vista del impacto tan importante del turismo, Funcas asegura que el principal desafío de la recuperación será acelerar el proceso de vacunación y dar certidumbre. "Hay un retraso en el inicio de la recuperación, pero esperamos un fuerte impulso en la segunda mitad del año. Del mismo modo que la caída fue muy abrupta, la recuperación también ocurrirá de manera relativamente rápida", aseguró Carlos Ocaña, que apeló a realizar un "ultimo esfuerzo" para asegurar el empleo y al tejido productivo.
En cuanto al mercado laboral, Funcas afirma que el impacto de la recuperación sobre la creación de nuevos empleos será "más limitado" que en anteriores fases expansivas, puesto que facilitará la reincorporación de trabajadores en ERTE y de autónomos en cese de actividad. La tasa
de paro todavía alcanzaría el 15,8% al final de 2022 frente al 14,1% antes de la crisis.
En este punto, Torres ha indicado que seguramente se tendrán que prorrogar los ERTE más allá de la fecha del 31 de mayo prevista ahora, pero ha apostado por modificar el mecanismo, de manera que la permanencia en el ERTE durante un largo periodo de tiempo vaya asociada a la formación. "Ahora es el momento de hacerlo", apuntó.
Déficit y deuda
En cuanto a la evolución del déficit público, Funcas estima que el año pasado cerró en el 10,9% del PIB, en línea con la caída de la economía del 11% --"el Estado ha sustituido al sector empresarial", indicó Torres--, mientras que para este año prevén un desfase del 8% y del 6,7% en 2022, siempre que los tipos de interés sigan contenidos y el BCE mantengan las compras de deuda.
En este escenario, la deuda pública se situará en el 119% del PIB en 2021 y en el 118% en 2022. En cuanto a las ayudas directas y de mejora de la solvencia que prepara el Gobierno, Raymnond Torres señaló que es necesario identificar a las empresas que son viables, aunque están sobreendeudadas, para garantizar su permanencia, y para aquellas que no lo son, facilitar la reasignación de recursos y de empleo hacia los sectores que se están recuperando.
Por último, Carlos Ocaña afirmó, preguntado al respecto, que no es el momento de elevar el SMI, dado que en la actual coyuntura económica es "básicamente imposible", porque de lo que se trata ahora es de preservar el empleo y elevar el SMI, "no lo protegería".