Nada está perdido todavía para Ethereum: una capitalización aproximada de casi 200.000 millones de dólares sigue otorgándole, a día de hoy, un destacadísimo segundo lugar en el mercado de las criptodivisas. Eso lo hace mucho más visible a ojos de nuevos inversores que buscan una alternativa a Bitcóin cuando se deciden a diversificar su capital.
A ello también contribuyen la publicidad que se genera en torno al gigante de los contratos inteligentes recientemente listado en el mercado de futuros del CME Group, noticias sobre la compra regular del activo por parte de 'Grayscale Ethereum Trust' o informaciones diarias sobre las DeFi (finanzas descentralizadas)... todo suma a la hora de generar presencia.
Como sucede en el caso de Bitcóin, la liquidez de Ethereum también es cada vez menor en los lugares de intercambio, algo que siempre es positivo para su revalorización. Pero, mientras en el caso de BTC se da por sentado que se debe a una autocustodia voluntaria que espera cotas de precios superiores en el futuro, en Etehereum la realidad es otra. También hay muchos holders (inversores a largo plazo), aunque en este caso existe una contraparte que mantiene sus fondos inmóviles allí donde los guarden, 'secuestrados' por la propia red. Salvo importes muy generosos, lo cierto es que a muchos no les compensa mover ETH por el elevado precio de sus transacciones.
'Jugar' con las DEFI, aportar liquidez, experimentar con distintos tipos de pools, los NTFS... hay muchas y muy variadas herramientas con las que han podido vérselas los usuarios de Ethereum, aunque ahora son prohibitivas para el pequeño inversor, pues los altísimos costes en forma de comisiones no paran de aumentar. Cuando incluso superan el importe que se quiere enviar, ¿qué se puede hacer? Poco o nada. Pero lo peor de todo para los que están en esta situación es que no parece existir una solución a corto plazo. Todo lo contrario, el problema seguirá en aumento mientras continúe la tendencia alcista y el precio del activo siga creciendo. Es paradójico, pues es el éxito del uso de su red el que le puede llevar al fracaso si no logran hacerla escalable.
El que fuera cofundador de Ethereum y actual líder y fundador de Cardano, Charles Hoskinson, describe habitualmente la situación que trata de resolver Ethereum como un problema equivalente a tener que cambiar las ruedas de un coche que está en marcha. Es por esto que algunos competidores estudian cómo sacar partido ante una situación, al menos temporalmente, ventajosa. Binance Smart Chain (BSC), por ejemplo, ya se ha puesto manos a la obra para arañar todo lo que pueda mientras esta situación permanezca.
Changpeng Zhao, CEO de Binance y conocido en el mundillo como CZ, sacaba a la palestra el pasado mes de enero una comparativa de Bitquery entre los distintos DEX (Exchanges descentralizados) de Ethereum y Binance Smart Chain que evidenciaba que los costes de transacción de estos últimos distaban mucho de los de su competencia.
La BSC se ha puesto de moda en las últimas semanas. El token de Binance, BNB, ha tenido un desempeño espectacular en su precio en el mes de febrero: el día 1 cotizaba a 44 dólares y ha llegado a rozar los 350 en este mismo mes, situándose en el puesto número 3 del market cap, aunque muy lejos aún de Ethereum. Pero yendo un poco más allá del precio o la capitalización, la Binance Smart Chain también está ganando muchos adeptos por el camino, la mayoría usuarios desencantados con las tarifas de Ethereum que han decidido explorar nuevos horizontes y se han dado cuenta de que las DEFI (finanzas descentralizadas) también existen más allá de los dominios de Vitalik Buterin.
Son varios los proyectos que se están apuntando al éxodo. Este mismo jueves 1Inch, que también ha vivido grandes tardes de gloria en lo que va de 2021, anunciaba en una rueda de prensa que había destinado 10 millones de sus tokens a BSC. Según recoge Cointelegraph, dichos tokens servirán como puente de liquidez entre Ethereum y BSC, y sembrarán su ecosistema en BSC. En una entrevista a dicho medio, Sergey Kunz, su cofundador, citaba precisamente la creciente popularidad y la reducción de los costos del gas como inspiración para la expansión.
Cabe además destacar que, pese a la posición hegemónica de Ethereum en las DEFI, hay varias Dapps (aplicaciones descentralizadas) de BSC que van escalando posiciones a pasos agigantados. Venus y PancakeSwap son dos ejemplos de aplicaciones que van ganando terreno y subiendo en el ranking estadístico de volumen de operaciones y de trading, respectivamente, desbancando así a plataformas de Ethereum que figuraban hasta ahora en las primeras posiciones.
Volviendo al BNB, desde la compañía ven dos razones de peso para su ascenso meteórico: el incremento comercial en la plataforma Binance, que aumentó también la utilidad del BNB en términos de negociación (hay que tener en cuenta que el token sirve a los usuarios de la plataforma para pagar menos comisiones cuando hacen trading) y el otro punto que destacan es precisamente "el surgimiento de BSC y sus proyectos como alternativas viables de infraestructuras DeFI, que ofrecen tarifas más bajas y transacciones más rápidas mientras se obtienen beneficios de la compatibilidad con Ethereum".
Su CEO, también destaca la utilidad del token: "BNB ha crecido mucho más allá de ser el token de 'cupón de descuento' de un intercambio centralizado. Se ha convertido en una moneda nativa de pleno derecho en dos cadenas de bloques. Sus casos de uso también se han expandido a cientos de aplicaciones en numerosas plataformas y proyectos dentro del ecosistema criptográfico . Estos se reflejan en su precio creciente ", concluye CZ.
Para Ethereum las complicaciones están lejos de haber acabado. BSC es solo la primera blockchain que comienza a dar señales de que puede plantarle cara en el futuro, pero hay muchos más proyectos con propuestas muy interesantes. Polkadot o Cardano, por ejemplo, también acechan ya tras la esquina.