Más del 80% de los consejos de administración de las sociedades públicas vascas están formados mayoritariamente por hombres. Al frente de las principales organizaciones, el número de varones supera en más del doble al número de mujeres. Cifras que evidencian la brecha de género que todavía existe entre los altos cargos en entes públicos, cuya progresión hacia la paridad está, cuando menos, estancada. Así lo demuestran las formaciones de fundaciones, organismos autónomos, sociedades o entes públicos de derecho privado en la comunidad autónoma vasca.
En este último grupo, la Red Ferroviaria Vasca, presidida por el consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Ignacio Arriola, cuenta con tres mujeres en la administración central frente a los ocho hombres que ostentan el resto de competencias en materia de ferrocarriles. En esta línea, se encuentra también el Ente Vasco de la Energía (EVE), cuya presencia masculina triplica al número de mujeres presentes en el consejo de administración.
Lo mismo ocurre en la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial, SPRI, y la compañía integrada, SRPILUR, para la gestión y promoción de áreas empresariales. La toma de decisiones en ambas sociedades de transformación competitiva recae, a día de hoy, tres veces más en hombres que en mujeres. La Agencia de Calidad del Sistema Universitario Vasco, Unibasq, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Neiker, o Vivesa, Sociedad de Vivienda y Suelo en Euskadi, están, a su vez, lejos de alcanzar la igualdad plena en sus filas, esta última con nueve miembros en el consejo de los cuales ocho son varones, mientras que en CEDEM, Centro para el Ahorro y Desarrollo Energético y Minero, directamente no hay presencia femenina en el órgano de gobierno.
Más cerca de la paridad, aunque lejos de alcanzarla, se encuentra ETB, donde son siete las mujeres al frente de la televisión pública vasca de las 19 personas que componen el consejo de administración. AZTI, Sociedad de Ciencia y Tecnología Marina y Alimentaria se mantiene con siete hombres y cinco mujeres en los puestos directivos y la Sociedad Informática, EJIE, comparte su misma situación.
En el ámbito cultural, en concreto, el musical, Orquesta de Euskdi y Musikene, Centro Superior de Música del País Vasco, suman diez mujeres al frente de la institución, si bien la presencia masculina equivale a más del doble. A pesar de los avances en materia de igualdad, romper el techo de cristal en ambientes profesionales sigue siendo un desafío continuo para las administraciones, cada vez más involucradas en su misión de retener el talento femenino, sin haber revisado antes sus propias estructuras para garantizar la diversidad.
La mayoría femenina por debajo del 15%
Por su parte, los órganos directivos con una mayor representación femenina no llegan al 15% entre las principales sociedades adscritas al Gobierno vasco. Entre ellas, la Sociedad pública de gestión ambiental, IHOBE; el Parque tecnológico y científico de Álava y Osakidetza, esta última con un 70% de mujeres en la cúpula del Servicio Vasco de Salud, actualmente con Rosa Pérez Esquerdo a la cabeza. Si bien Osatek, organismo de apoyo al sistema sanitario especializado en procedimientos de alta tecnología, cuenta con una mujer en el órgano de administración frente a 14 consejeros varones.
La escasa presencia femenina en las principales áreas de acción del Gobierno vasco a través de sociedades refleja una tendencia general en su liderazgo. En este sentido, los planes departamentales para la igualdad son un instrumento fundamental para posibilitar una intervención pública coordinada, coherente y eficaz y diferentes herramientas en esta materia han ido entrando de manera progresiva en la agenda política, pero ni su aplicación es completa ni inmediata tal y como reflejan sus mismos datos de transparencia, lejos de una presencia equilibrada en la toma de decisiones, cuya proporción se sitúa a día de hoy en niveles muy bajos en los gobiernos corporativos.