Los empresarios vascos temen que en este escenario de crisis sin precedentes las ayudas que pueden permitir que muchas empresas se mantengan a flote no pisen lo suficiente el acelerador lleguen tarde. "En la dramática situación en la que nos encontramos, todas las ayudas son necesarias y, sobre todo, urgentes", señala Juan Ugarte, director general de la patronal alavesa SEA. La confirmación de que los 217 millones de euros en ayudas que corresponden a Euskadi del fondo para pymes aprobado por el Gobierno central no estarán en manos de las empresas antes del mes de junio, supone un nuevo 'impasse', que unido a las dudas sobre cuándo llegarán los fondos europeos pone en cuestión la efectividad de un proceso que ante todo necesita rapidez.
En este contexto, las empresas urgen al Gobierno vasco a que agilicen los trámites burocráticos para que estas ayudas lleguen cuanto antes: "Ante este escenario, tan necesarias como las ayudas directas son unos trámites administrativos y burocráticos ágiles que permitan que este apoyo llegue lo antes posible a las empresas. Esperemos por el bien de todos que ante la actual abundancia de sombras las luces lleguen pronto y bien enfocadas para que cuanto antes podamos pasar de la famosa fase de resistir, ya es más bien de resiliencia como apuntaba el título del Plan España Puede del Gobierno Central, a la fase de recuperación", señala Juan Ugarte.
Aunque reconocen los empresarios que "aparentemente todo está bien centrado", señala Ugarte que "Todavía no parece muy claro cómo se realizará su puesta en práctica y cuál será el papel de las administraciones autonómicas y forales", lo que arroja dudas sobre la velocidad con la que llegarán a distribuirse, en un año que está siendo especialmente complicado, ya que se ha demostrado que la anunciada recuperación para este ejercicio se va a retrasar a 2022.
De hecho, según recuerdan los empresarios, en el último año en Euskadi han cerrado "la friolera de 1.469 empresas; 1.469 dramas multiplicados por un buen número de personas afectadas, para las que cualquier tipo de ayuda ya llega tarde. Esas casi 1.500 empresas cerradas suponen el 2,5% del total de las empresas vascas, que se dice pronto, tirando por tierra prácticamente 6 años de generación de empresas".
"Esperemos por el bien de todos que ante la actual abundancia de sombras las luces lleguen pronto y bien enfocadas", señala Ugarte.