A partir del sábado a las 12 de la noche no habrá toque de queda en Euskadi, los vascos podrán viajar sin problemas a cualquier otra comunidad autónoma o entre los municipios y los grupos de reunión de amigos no tendrán un límite máximo. Los jueces han tumbado la pretensión de Iñigo Urkullu de alargar las medidas vigentes en el estado de alarma después de que este decaiga el día 9, como el toque de queda o los cierres perimetrales. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) no se ha salido del guión previsto, y siguiendo el criterio de la fiscalía, paraliza todas las medidas que pueden afectar a derechos fundamentales como es el caso del derecho a la libre movilidad o de reunión. El Tribunal argumenta que "nuestro actual ordenamiento jurídico no permite que las Comunidades Autónomas puedan acordar, fuera del estado de alarma, medidas restrictivas de derechos fundamentales con carácter general no individualizado", señala. Además, considera que acogerse a la posibilidad de que la autoridad sanitaria tome las medidas "necesarias" en caso de riesgo de carácter transmisible -de covid- "representa un cajón de sastre carente de precisión" que puede vulnerar derechos fundamentales.
Esta decisión marcará el terreno al Gobierno vasco, que adecuará su decreto esta tarde a la luz de esta decisión. El lehendakari ya ha anunciado que no piensa impulsar ninguna restricción que no cuente con las máximas garantías legales para soportar los diferentes recursos que se puedan presentar contra ellas, como ha explicado "no podemos arriesgarnos a periodos de indecisión y de incertidumbre con recursos o no recursos que hagan perder la efectividad de las medidas".
La sala presidida por el magistrado Ángel Garrido, que ya en su día tumbó el cierre de los bares decretado en enero por el Gobierno de Urkullu, ha seguido el criterio marcado con anterioridad por la Fiscal Superior del País Vasco, Carmen Adán, en sentido contrario a limitar derechos fundamentales sin el marco legal del estado de alarma para sostenerlo.
Libre movilidad
En concreto, la sentencia no permite la "limitación de movilidad nocturna entre las 22:00h y las 06.00h", es decir, el toque de queda, tampoco la "limitación de grupos de personas a un máximo de 4, sin contar convivientes", ni "el cierre territorial perimetral de la Comunidad Autónoma de Euskadi", ni tampoco entre municipios", pese a que este cierre perimetral municipal se refiere en el decreto del Gobierno vasco a localidades de más de 5.000 habitantes con una Tasa de Incidencia Acumulada superior a 400/100.000 habitantes, y en aquellas de menos de 5.000 habitantes en que se superen los parámetros establecidos por la Dirección de Salud Pública y Adicciones.
En lo que se refiere a la limitación de grupos de personas a cuatro, el tribunal puntualiza, eso sí que "la no autorización no implica que no sea posible, como se ha hecho, fijar límites en el desarrollo de actividades (hostelería, deportes, etc.) que, por sí, no afectan a derechos fundamentales". De igual forma recuerda que "la agrupación de personas ha de tener un fin lícito sin que quepa desarrollar actividades prohibidas por normativa sectorial (botellones, por ejemplo)". Esta puntualización permite al Gobierno vasco que esta limitación de grupos pueda seguir vigente en el caso de los bares y restaurantes.
Con este auto sobre la mesa, las medidas que apruebe el LABI pueden estar limitadas a los horarios y aforos de hostelería o comercio, ya que el lehendakari ya ha adelantado que acatará la decisión del TSJPV y que no recurrirá al Supremo para no entrar en un laberinto de recursos. "No podemos arriesgarnos a periodos de indecisión y de incertidumbre con recursos o no recursos que hagan perder la efectividad de las medidas". No obstante, el auto del TSFPV puede recurrirse en el plazo de cinco días.
La decisión del tribunal se enmarca dentro de lo esperado desde diferentes sectores judiciales que no veían ya un encaje legal de estas medidas sin el estado de alarma. Al margen de la Fiscalía, el propio juez decano de Bilbao, Aner Uriarte, señalaba que es "complicado" que el Tribunal pueda aceptar medidas que puedan vulnerar derechos fundamentales en una situación de fin del estado de alarma. "Si se declaró para poder restringir unos derechos fundamentales, parece muy complicado que, sin él, se puedan mantener esa restricción general".
Sin embargo, decisiones judiciales como a de Baleares, donde su Superior de Justicia de avaló la propuesta del gobierno de las islas de mantener el toque de queda, auguran que a partir de ahora la gestión del decaimiento del estado de alarma será muy diferente según las comunidades autónomas complicando aún más la gestión de la pandemia.
A la espera de la decisión que tome el LABI de esta tarde, hosteleros, hoteleros y empresarios en general se mantienen a la espera de saber a qué atenerse en sus negocios. Todos ellos reclaman del Gobierno vasco que acabe con este periodo de incertidumbre cuanto antes, y que se les permita recuperar la actividad económica 'normal'. Los empresarios han reclamado seguridad jurídica y una clarificación del escenario, al igual que la hostelería, uno de los grandes damnificados económicos de esta pandemia, que ayer mismo se unió con los representantes de todas las comunidades de la zona norte, desde Galicia hasta Euskadi, para evidenciar el caos que afrontan a partir de la madrugada del sábado. En este sentido, los hosteleros esperan que al no haber toque de queda, se les permita alargar el cierre de los establecimientos más allá de las 8 de la tarde fijado hasta ahora.
Al margen de la situación económica está la sanitaria, las autoridades ven con preocupación un posible efecto rebote en la sociedad en un domingo que puede convertirse en la tormenta perfecta con buen tiempo y si se da el fin de las restricciones de movilidad generando grandes concentraciones de personas en lugares como playas, parques o terrazas.
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