La crisis generada por la pandemia llevó a las administraciones vascas a pactar con el Gobierno central un endeudamiento en 2020 y 2021 de 3.300 millones para hacer frente a los gastos extraordinarios y al parón de la economía, pero la idea inicial era retomar el rumbo del déficit cero a partir del año que viene. El retraso en la recuperación económica ha obligado a cambiar de planes a Ejecutivo y Diputaciones que, según han confirmado fuentes del departamento de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, recurrirán de nuevo a la deuda en 2022 para organizar sus presupuestos. El departamento que dirige el consejero Pedro Azpiazu trabaja ya con esta posibilidad que concretará en la próxima reunión de la Comisión Mixta de Concierto Económico para tener en verano las directrices con las que comenzar a diseñar los presupuestos del año que viene en las administraciones vascas.
Europa ya ha anunciado el levantamiento de la prohibición de incurrir en déficit presupuestario para el año que viene al albur del comportamiento de la economía. El Gobierno vasco fijó para 2020 un objetivo de déficit del 2,6% del PIB, 1.716 millones de euros, y un 2,2% para 2021, lo que se ha traducido en 1.617 millones. Así se acordó en la Comisión Mixta de Concierto con el Gobierno de España en un acuerdo que recogió, por primera vez, la capacidad de endeudamiento de las Diputaciones con 595 millones millones de euros en 2020 y 588 millones para 2021.
El problema es que este año los Prespuestos se han hecho con una previsión de crecimiento que la evolución de los acontecimientos ha truncado. El Gobierno vasco contó un 8,9% de aumento de la economía vasca empujado por las buenas perspectivas del otoño pasado para hacer sus Cuentas. Pero el arranque del año y la pandemia han frenado esa esperada recuperación y el Ejecutivo tuvo que adaptar esa pervisión al 6,7%. Esta situación hace inevitable que el endeudamiento aumente en este ejercicio y que sea también necesario apoyarse en él en 2022.
El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha señalado en varias ocasiones que la capacidad financiera de las administraciones vascas puede hacer frente a esta situación en la que, además, también ayuda los bajos tipos de interés que presenta el mercado. Así, el pasado mes de abril, el Ejecutivo realizó una emisión de bonos de deuda de 1.000 millones que recibió una gran acogida, ya que la demanda superó en tres veces la oferta.
Aumento de la deuda viva en un 44%
En cualquier caso, el recurso a la deuda para hacer frente a los gastos necesarios para afrontar la pandemia están empezando a lastrar las cuentas públicas, unido a la caída de la recaudación, elevarán la deuda de Euskadi en sólo dos años en un 44%. Pasando de los 8.976 millones de euros de deuda viva con los que comenzó 2020 a los cerca de 13.000 millones con los que terminará el 2021.