El País Vasco tiene la conexión más cara y más lenta con Madrid. Así lo demuestran los datos si se comparan con otras comunidades que guarden características similares en términos de distancia. Subirte en un tren en cualquiera de las tres principales estaciones vascas asegura un viaje de casi cuatro horas en el mejor de los casos, desde Vitoria, o de incluso más de cinco y media si sale desde Donostia. Otras comunidades, como Cataluña o Andalucia, han acortado esta distancia ferroviaria con la capital gracias a la Alta Velocidad, pero en Euskadi seguimos como hace 20 años. La historia interminable.
A principios del mes de mayo, 'Crónica Vasca' ha informado de otro retraso más que se suma a la larga lista de problemas que arrastra el TAV, y la tan ansiada Y Vasca, desde que se puso en marcha este proyecto en 1992. Hace ya casi 30 años. La línea que une Valladolid con Burgos que iba a entrar en funcionamiento este verano, y que acorta 30 minutos el viaje a Madrid, no lo hará hasta el año que viene. Sin embargo, parece que se dan pequeños pasos en cuanto a la conexión Burgos-Vitoria. El Gobierno, a través de Adif, prevé sacar a contratación antes de que termine el año la redacción de proyectos de construcción por valor de 20 millones de euros correspondientes a este tramo de 91 kilómetros que enlazará por tren ambas capitales.
Pero, ¿cuándo tendremos alta velocidad en Euskadi? Esta es una pregunta a la que las Administraciones parece no ponerse de acuerdo para responder. La anterior consejera de Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, mantuvo durante mucho tiempo junto al ministro José Luis Abalos la fecha de 2023 para alumbrar el paso del TAV por la Y vasca. Sin embargo, al actual consejero de Transportes, Iñaki Arriola, ha descartado esta fecha asumiento "errores de calculo" y ahora estima que esto no será una realidad hasta finales de 2026 o principios de 2027. La última novedad que se conoce es que las obras del TAV en Vitoria avanzarán a la vez que los estudios ambientales.
Conexión lenta, ardua y cara
Tratar de llegar a Madrid por tierra empleando el transporte público en menos de cuatro horas es hoy imposible. Los precios de los billetes de tren desde las estaciones de Vitoria, Bilbao y San Sebastian rondan los 40 euros, precios muy similiares a los que se encuentran desde lugares como Pamplona o Zaragoza, pero con la diferencia de que desde ahí el trayecto dura alrededor de hora y media. Menos de la mitad que supone desde Euskadi y teniendo una distancia, en kilómetros, bastante similar. Barcelona o Andalucia si tiene precios bastante más elevados, entre 53 y 86 euros, pero supone un ahorro de tiempo bastante notable. Ahí la Alta Velocidad es ya una realidad y en algo más de horas llega a Madrid.
Si se busca un traslado más barato, el autobús puede ser una buena opción ya que, salgas de la ciudad que salgas, los precios rondan la misma cantidad. Unos 30€. Sin embargo, es una opción totalmente desechable si lo que se pretende es llegar rápido. Desde Euskadi, eso sí, ir por carretera -siempre y cuando no haya atascos- supone prácticamente el mismo tiempo invertido que hacerlo en ferrocarril. Sin embargo, esta diferencia si que es más que notable en ciudades como Córdoba, Valencia o Zaragoza, donde la opción del tren frente al autobús reduce el tiempo casi a la mitad.
Un obstáculo económico
Su ubicación, sus posibilidades de desplazamientos, sus infraestructuras…Es evidente que la tracción económica de Madrid está marcada por el efecto capitalidad. Es la primera locomotora económica de España y el mercado más grande del país y es por ello que en los últimos años ha atraído a más empresas, ha creado más empleo y ha crecido más que otras economías. Uno de sus puntos fuertes es su baja fiscalidad, algo que comparte con Euskadi y que convierte a ambas comunidades en las que ofrecen a las empresas los impuestos más bajos. Esto convierte sin duda a Madrid es una opción más que atractiva para los negios.
Según la firma JLL, la capital de España se encuentra entre las 17 ciudades del mundo que más talento, capital e inversiones reciben. Madrid se sitúa decimoquinta, por delante de Washington y Sídney. Según el estudio, todas estas urbes sobresalen por tener "las concentraciones más profundas de actividades comerciales, empresas, capital, talento e instituciones".
El aeropuerto de Bilbao tiene vuelos directos con Madrid y a menudo son la vía empleada por los empresarios o profesionales vascos para llegar hasta la capital. Sin embargo, la capital de Euskadi no tiene manera de contectarse directamente con la capital del país a través de este transporte puesto que no hay un puente aéreo directo. No hay que olvidar que Bilbao es la sede social de grandes empresas nacionales como Iberdrola y BBVA aunque, no obstante, el centro donde se toman todas sus grandes decisiones es Madrid.