La confianza de los vascos en las perspectivas económicas se recupera lentamente de las heridas de la crisis del Covid-19. Según el informe de Laboral Kutxa el índice de confianza de los hogares vascos vuelve a ser positivo en el segundo trimestre del año después de cuatro trimestres de caída en picado. La percepción vuelve a ser "optimista", dos puntos, tras subir 34 puntos respecto al primer trimestre y se sitúa en valores similares a los registrados entre el cuarto trimestre de 2018 y el segundo trimestre de 2019.

Las mejores perspectivas económicas y sobre todo, el impulso a las vacunas y la menor incidencia de la pandemia,  han dado la vuelta  a unos índices que estaban "hundidos" los últimos cuatro  trimestres consecutivos, con unas mejores perspectivas que "anticipan la recuperación de la normalidad y se alejan de los escenarios que preconizaban una crisis más profunda y dilatada", señala el informe.

 En este cambio influye, por un lado, las mejores expectativas de los hogares vascos sobre la evolución de la economía general, que aumentan en 50 puntos y pasan de  valores muy negativos a valores ya positivos (2) y similares a los registrados antes de la pandemia. Pero, además, superan los del segundo semestre de 2019, en el que dicha confianza había empeorado (-10 y -17). Esta mejoría se debe al aumento de las personas que estiman que, en los próximos doce meses, la situación económica general será algo o mucho mejor (de una a cuatro personas de cada diez) y la reducción de las que consideran que será algo o mucho peor (de siete a tres de cada diez). Estas expectativas responden a los datos referidos a la recuperación de la actividad -crecimiento de la economía vasca (+0,2%, primer trimestre) o actividad industrial (+2,4%, mayo)- excepto en aquellos sectores más condicionados por la pandemia y que no han normalizado su actividad. 

También mejoran las perspectivas sobre el desempleo y el 43%  creen que el paro disminuirá o se mantendrá, un 27%,  mientras que sólo tres de cada diez (30%) estima que crecerá en los próximos doce meses, cuando esta era la opción mayoritaria desde el inicio de la pandemia y hasta el primer trimestre de 2021.

Consumo

La recuperación de la confianza se traslada a la "valoración del momento de compra", indicador que mejora en 15 puntos y se sitúa en valores claramente positivos (+2) "que no se habían registrado ni en los años pre-pandemia", u y en este sentido, aumenta la proporción de hogares que consideran que es un buen momento (23%),  lo que puede significar que se vaya a producir un impulso al consumo, incluidas las grandes compras como una vivienda o un coche, que mejoran lentamente. Pese a ello, la compraventa de viviendas crece como motivo de inversión para canalizar el ahorro,  mientras que la perspectiva de comprar un coche vehículos sigue a la baja (en el acumulado de enero-mayo, es un 44% inferior a la registrada en el mismo periodo de 2019, pre-pandemia).