Laboral Kutxa prevé que la economía de Euskadi crezca un 6,8% en 2022 tras cerrar este año con un aumento del 6,3% del PIB, y que el empleo experimente un aumento del 4,3% al concluir este ejercicio y un 5,0% en el año próximo. El Servicio de Estudios de Laboral Kutxa ha presentado este jueves el Informe de Economía Vasca correspondiente a 2020 y las previsiones económicas para el año en curso. Según ha precisado el director de desarrollo de negocio de Laboral Kutxa, Ibon Urgoiti, la efectividad de las vacunas frente a variantes, la "incertidumbre" por los costes económicos de pandemia y "la herencia en forma de endeudamiento se presentan como factores de riesgo para el bienio 2021-2022.
En su opinión, el desconcierto respecto al alcance de los costes reales económicos de la pandemia se debería a que las ayudas para paliar los efectos de la covid "impiden ver el deterioro real de la destrucción de empleo en el mercado laboral" que, esperan, se siga recuperando. En el momento en el que termine el marco de ayudas se verá, según explican, el coste real de la crisis. "Será entonces cuando podremos ver qué tejido se destruye, en relación al deterioro en el mercado laboral, como elemento positivo se encuentran los fondos de ayuda europeos", ha expresado, por su parte, el director de Estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga.
El informe recoge las principales consecuencias de la pandemia en Euskadi en 2020 con una disminución del 9,5% en el PIB en línea con la el resto de comunidades autónomas con un registro del 10,8%. La caída del empleo, por su parte, muestra cifras más atenuadas, un 2% en la CAV, al contarse como empleados los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación de Empleo. En este contexto, las cifras de paro se incrementa tres décimas respecto al año prepandemia, situándose en el 9,5% en Euskadi, cayendo la población ocupada hasta las 917,6 mil personas.
Desde la perpectiva sectorial el comportamiento es negativo en todos los sectores salvo el sector agrario a nivel nacional, con una mayor caída en el sector industrial y de menor impacto en la construcción y servicios de menores magnitudes.
Se reabre el debate sobre la inflación
El estudio refleja además las tensiones que origina una demanda creciente en los precios de las materias primas y la escasez de determinados bienes intermedios que afectan a industrias como la del automóvil, interrelacionada con otros segmentos industriales. "Es dificil saber el recorrido de esas dificultades, asociadas a varios elementos", ha explicado Madariaga, entre ellos que "los países desarrollados estamos muy avanzados en vacunación, no así en los emergentes".
Madariaga, señala que las expectativas empresariales han dado un vuelco respecto al anterior trimestre y, "si bien es razonable pensar que los problemas de desabastecimiento afectarán a la industria, también es cierto que habrá una rotación del crecimiento hacia el sector servicios". Según señala, de la mano de el aumento de la tasa de ahorro en las familias que "se traducirá en un incremento del consumo". "La premisa clave es que superemos la situación de emergencia sanitaria", ha aclarado.
Íntimamente relacionados se encuentran los problemas logísticos en la cadena de suministro a nivel internacional sobre lo que augura un proceso de reflexión "acompañado de la digitalización". Desde la misma Unión Europea, los fondos se centran en digitalizar la economía, u movimiento que hará que el tener una empresa deslocalizada deje de tener tanto interés y veremos la vuelta de algunas empresas".
Preocupación por la deuda pública
La entidad ha hecho una llamada al endeudamiento, "más preocupante en el sector público, que de un 95,5% pasa a representar un 120% del PIB en 2021, lo que obligará a tomar medidas una vez se de por superada la crisis económica, "antes no tendría sentido", afirma Madariaga.
Como elemento positivo, ha mencionado la suspensión del marco fiscal hasta 2022 como margen para afrontar la crisis sanitaria: "Es a partir de ahí cuando tendremos que reflexionar a cerca de cómo consolidar las cuentas públicas", con intereses mucho menores a los de 2013, ha recordado. "Gracias al programa de compras y activos del Banco Central Europeo, las emisiones del tesoro tienen un coste acotado y disminuye el coste medio de la deuda". Aunque se espera que la Eurozona mantenga unas condiciones de políticas, tanto monetaria como fiscal, acomodaticias, "sería negativo que el Banco Central cambiara la orientación de la política monetaria en una fase tan temprana del ciclo de crecimiento".