El viceconsejero de Industria del Gobierno vasco, Javier Zarraonandia, ha defendido este viernes que no se puede esperar a la llegada de los fondos de recuperación europeos, sino que es necesario "abordar" la transición energética en Euskadi, poniendo en marcha los proyectos vascos "sin quedarnos atrás", utilizando los recursos de las administraciones vascas y de los programas de ayudas europeos. "Si después llegan los fondos, desarrollaremos los proyectos con más ambición y rapidez, pero no podemos quedarnos a la espera de los fondos", ha reiterado. También ha reconocido que se está "muy pendiente" de los fondos de recuperación europeos "que posiblemente llegarán", pero cree que si de verdad se considera que esta transición es estratégica, no se puede esperar a estos fondos, sino que es necesario "abordarla y conseguir recursos de donde sea".
Zarraonandia ha defendido que el reto de Euskadi es abordar esta transición "en clave de oportunidad para la industria vasca", es decir, impulsar la estrategia energética "en clave de política industrial" y ha recordado que hace 30 años se presentó la "ola del desarrollo eólico" y que la industria la cogió con Gamesa y formando "toda una cadena de valor". "Es un buen ejemplo que queremos replicar. Vienen cambios apasionantes, cambios tecnológicos terribles y el gran objetivo es que la industria vasca esté perfectamente posicionada frente a esos cambios", ha insistido en una comparecencia recogida por Europa Press.
Zarraonandia ha subrayado que el objetivo del Gobierno vasco es intentar "hacer el máximo de renovables en Euskadi" pero ha recordado que se trata de un territorio "pequeño, con una orografía complicada, con una alta densidad de población y con muchísima industria y consumo", por lo que su desarrollo será "complicado". "Haremos todo el renovable que podamos en Euskadi o fuera para empresas vascas; intentaremos que nuestra industria sea referente, puntera, para instalar renovables, equipos, redes, a lo largo y ancho de todo el mundo", ha señalado.
El viceconsejero de Industria ha reconocido que las empresas vascas tienen un "problema de competitividad por precios energéticos", de carácter europeo, que "se debe evitar con políticas industriales y energéticas conjuntas, evitando la discriminación entre países de dentro de la Unión Europea".