El problema progresivo que la industria viene sufriendo desde el inicio de este año con el suministro de materias primas, y que ha triplicado el número de empresas vascas afectadas desde marzo, sigue incrementándose con unas repercusiones cada vez más graves sobre actividades empresariales que comienza a afectar a sectores especialmente sensibles.Se trata de las energías renovables, que su unen a la automoción, y que están sufriendo las consecuencias de un incremento medio del coste de sus suministros que supera el 100%. La situación, según revelan diferentes expertos consultados de las Cámaras de Comercio de Euskadi empieza a comprometer actividades esenciales y, de nuevo, la dependencia de Asia para productos tecnológicos, así como el control de China sobre materias primas básicas están en el origen. La situación comprometerá la actividad económica en 2022, convirtiéndose así en una amenaza para el desarrollo cada vez más importante.
Encarecimiento para las renovables
La jornada de ayer evidenció como el problema afecta ya a sectores como las renovables. Así, el incremento de costes de suministro experimentado por Siemens Gamesa en el primer trimestre del año le ha llevado revisar sus previsiones, anunciando unas pérdidas operativas de 150 millones de euros en el tercer trimestre y un cierre del año en el que perdidas y ganancias empatarían si es que puede evitarse una repetición de las pérdidas.
Y es que este sector apoya su producción sobre cinco materias primas que están totalmente afectadas por esta crisis: acero, hierro fundido, cobre, aluminio y fibra de vidrio. En concreto su precio, en el último año se ha multiplicado por más de dos. Especialmente grave es el caso del acero, cuyo precio se ha disparado un 273% o el hierro, que ha elevado su coste en un 88%. Se trata de una subida que los expertos explican que hace imposible cuadrar las previsiones de facturación.
El oligopolio del acero
El problema del acero ha llevado a muchas empresas del sector a hacer acopio del material necesario para todo el año en previsión de que se mantenga la subida continuada de los precios. Sobre el acero pesan además dos problemas: uno es la capacidad productiva de China, pero por otro lado también la falta de competencia en un mecado en el que opera un actor, Arcelor Mittal, que goza de una cuota de mercado superior al 50%. Una situación que genera una tenaza de dependencia total de este suministro y que explicaría su crecimiento en el coste del 273% en el último año.
Control chino sobre el origen de las materias primas
Según explica la responsable del departamento de Logística Internacional de la Cámara de Comercio de Álava, María Fernández de Romarategui, esta situación está llevando a Europa a "un problema grave de competitividad" frente a China que ha ido haciéndose con el control de los mercados de materias primas en África y latinoamérica, además de la deuda pública de esos países. Se trata de una posición desde la que puede controlar todo el suministro de materiales clave para sectores estratégicos como la automoción eléctrica, las baterías o las energías renovables.
Fernández de Romarategui explica que este posicionamiento de China se ha incrementado empujado por dos acontecimientos: la crisis financiera de 2008 y la pandemia. Dos hitos que ha aprovechado para acelerar su aterrizaje en África y los países de Sudamérica. Según explica esta experta en comercio internacional, "la política arancelaria y una vuelta al proteccionismo tampoco es la solución, porque estas guerras que buscan defender a un sector, acaban perjudicando a otros. Es como cuando se fijó la protección para Airbus, el vino de Rioja Alavesa se encontró con un arancel del 25% en Estados Unidos". Fernández de Romarategui recuerda que "el proteccionismo tiene riesgos y para asumirlos se requiere cierta autonomía, que aquí no tenemos".
Automoción
Por sectores, la automoción es otro de los más graves. La falta de chips electrónicos, que se emplean también en electrodomésticos, móviles o consolas de videojuegos, es un problema que no prevé una solución antes de 2022, tal y como la propia consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, ha señalado recientemente. Mercedes en Euskadi y toda su industria auxiliar es el mejor reflejo de esta realidad en una situación que la ha llevado a reducir en 7.500 furgonetas la producción para este año y activar de nuevo los ERTEs. Una situación que también ayer se dejó sentir en la planta de Daimler que parará la producción dos días la próxima semana.
Michelín, en este caso con el caucho, está también acusando incidencias que le han llevado a ajustar la producción en cuatro equipos en momentos puntuales.