Más de la mitad de los 122.260 parados que tiene Euskadi lleva más de un año buscando trabajo sin encontrarlo. En concreto 63.112 personas, lo que supone el 51,6% del total de parados que se registraron en las oficinas de Lanbide el pasado mes de agosto. Un mes por cierto que no fue nada bueno para el empleo al registrar un total de 3.058 parados más.
Podría pensarse que el hecho de que las personas paradas se cronifiquen en el desempleo es una consecuencia de la crisis del Covid y del año y medio que ha pasado desde que se decretó el confinamiento que provocó una crisis generalizada en todos los sectores, con pérdida de empleo y con muchas dificultades de las empresas para abordar nuevas contrataciones. Pero lo cierto es que no es así.
Si bien la crisis de la pandemia ha agravado la situación de estos parados, las elevadas tasas de paro de larga duración son ya algo estructural en Euskadi. Una tendencia que arrancó con los despidos de la anterior crisis económica, en 2008 pero que se ha mantenido y cronificado, llevando a que en los últimos cinco años sea habitual que 1 de cada 2 parados vascos cronifique su situación de desempleo en el tiempo.
Hay que tener en cuenta, además, que estos datos se corresponden con el paro registrado, pero que, como recuerda Jon Bernat Zubiri, doctor en Economía y profesor de la facultad de Relaciones Laborales de la UPV/EHU, hay muchos otros parados que, al alargarse su situación en el tiempo, "desisten de estar registrados en los servicios de empleo". Son los que se denominan "colectivo de parados desanimados", con muchas dificultades para reincorporarse al mercado laboral y que ya no perciben, además, ninguna prestación por desempleo, lo que les desanima a la hora de apuntarse en las oficinas de empleo. "Si se contabilizara este colectivo la tasa de paro subiría en 7 puntos", dice el experto laboral.
Según los datos registrados en Lanbide, el porcentaje de parados de larga duración se mantiene, aunque con variaciones, en el entorno de la mitad de la población parada desde hace ya más de seis años. Cuando ha disminuido esta proporción por debajo del 50% lo ha hecho más por el aumento de los parados de corta duración que por la disminución de las personas que están cronificadas en el desempleo.
Esto ha ocurrido por ejemplo, coincidiendo con el inicio de la crisis derivada de la Covid.19, con una fuerte irrupción de los trabajadores de paro de corta duración. Asi desde marzo hasta agosto de 2020, el porcentaje de parados de larga duración bajó hasta por debajo del 50% debido al incremento del paro en general. Con la mejora de las cifras de desempleo a partir del verano del año pasado, se ha vuelto a niveles que superan de nuevo la mitad de la población, siendo el punto más álgido el mes de mayo de este año, con un 55,6% de la población parada con más de un año en desempleo.
La mayoría mujeres y mayores de 45
Actualmente las 63.112 personas que llevan más de doce meses en paro son 7.768 personas más que las que había a finales de 2019, antes de iniciarse la crisis de la pandemia. En su mayoría son mujeres. 37.674 frente a 25.438 hombres, una feminización de este tipo de desempleo que se mantiene en toda la serie histórica de los últimos seis años.
"Se trata de un problema muy serio porque estamos perdiendo capital humano cuando no nos lo podemos permitir", señala Arantza Martínez, responsable de Empleo de CCOO Euskadi. Martínez recuerda que este tipo de paro afecta a todos los colectivos, pero sobre todo se centra en mayores de 45 años afectados por el "edadismo", dice, que lleva a las empresas a desprenderse de los más mayores, a los que les es muy difícil volver a reintegrarse al mercado laboral de forma estable. "Se les contrata mientras está incentivado, y luego se les despide, lo que lleva a la mayoría a volver a salir del mercado laboral cuando todavía les quedan muchos años para la jubilación".
La responsable sindical considera que la fórmula pasa por activar la vuelta al empleo de estas personas "antes de que se cronifiquen en el paro", mediante un reciclaje. "Anticiparse", dice.
Reforma de Lanbide
Conseguir la reducción de este paro de larga duración es uno de los objetivos prioritarios de la reforma de Lanbide que está poniendo en marcha el Departamento de Empleo del Gobierno vasco, mediante el ofrecimiento a los desempleados de intinerarios de reciclaje y formación para reincorporarles al mercado de trabajo.
Dentro de las iniciativas puestas en marcha en esta dirección se enmarca el programa de recolocación de trabajadores de sectores en crisis que se encuetra ya en fase de entrevistas a los posibles candidatos a entrar en el proceso de formación.
"Si no damos una vuelta a esta situación en breve vamos a tener un problema serio", advierte la responsable de Empleo de CCOO, que ve un contrasentido las altas tasas de paro de larga duración con las quejas de la patronal por falta de trabajadores para cubrir los puestos que necesitan. "Si es por falta de cualificación se solventaría fácilmente con la formación", señala.