Desde que comenzó este año 2021, el año de la recuperación, de la vuelta de los ritmos de producción, del consumo y de la facturación, las empresas han tenido un constante problema que ha ido 'in crescendo' desde el mes de enero: el aumento de los precios en todos los suministros y materias primas, cuando no su ausencia. Desde el plástico, el acero, cualquier metal y hasta la madera han supuesto un problema para los gestores de cualquier actividad. Una situación de la que el Gobierno vasco ve un cambio de tendencia. Así lo explica el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu que confirma un descenso en las materias primas del 11% del mes de mayo, cuando alcanzaron su techo, al mes de agosto. Y que en el caso de la industria ha sido del 15%.
El máximo responsable del área económica del Gobierno reconoce en una respuesta por escrito al parlamentario del PP, Luis Gordillo, que la subida ha afectado y se sigue notando en las empresas, pero "según la información coyuntural disponible no hace pensar que el proceso de recuperación que está viviendo Euskadi se vea interrumpido por un problema transitorio de precios, que podría haber empezado a solucionarse ya".
Y es que según los datos manejados por Azpiazu, que se apoyan en el índice de The Economist, las materias primas en general llegaron a su punto máximo el pasado mes de mayo con una subida del 70% desde los niveles precovid alcanzando el ratio de 190,5. Un techo que ha descendido hasta los 167 puntos en el pasado mes de agosto. En el caso de la industria, las materias primas también alcanzaron su máximo en el mes de mayo con 237,4 puntos, del que se han reducido un 15% hasta los 201,3 en agosto.
El consejero señala además, que a los efectos de esta regulación de los costes de las materias primas se añadirá la llegada de las inversiones provocadas por los fondos europeos, por lo que al recuperación sigue siendo sólida.
Fuentes de las Cámaras de Comercio del País Vasco han señalado a Crónica Vasca que la vuelta, casi sin gradación, a la actividad y al consumo han alterado la gestión de los stocks de las materias primas y alterado el sistema y costes de transporte. Una situación que creen "normal" en medio de un episodio sin precedentes. Desde Adegi, Patxi Sasigain, señala que "ya se comienza a detectar un descenso en los precios del transporte". Por su parte, portavoces de SEA Empresas Alavesas, coinciden en que parece que hay síntomas por los que se podría pensar que la situación tendrá a ir retornando a la normalidad de aquí a final de año.
Solo hay dos cosas que siguen sin presentar un cuadro más esperanzador: el coste de la energía y la problemática de los chips semiconductores. El incremento de la luz está golpeando a los costes de las empresas que, como señalaba el informe de coyuntura del tercer trimestre del año de Adegi, está dejándose notar en una pérdida de rentabilidad por la imposibilidad de trasladar a los precios de venta esos incrementos.
En cuanto a los chips, los expertos internacionales y la propia consejera de Desarrollo Económico Arantxa Tapia, ha señalado que no parece que hasta bien entrado el 2023 pueda resolverse del todo. Hasta ahora, el sector de la automoción en Euskadi, que emplea a 40.000 trabajadores está acusando las paradas de producción de los fabricantes. Así, no solo Mercedes, sino Gestamp o Michelin en Euskadi están acusando la situación manejando cifras de producción similares a las del año del covid, el 2020.