Julen Bollain (Eibar-1990) doctor en Estudios sobre Desarrollo, economista experto en el estudio de la renta básica, considera que esta asignación universal para todos los ciudadanos por el mero hecho de serlo debe ser una herramienta imprescindible para afrontar los retos de futuro. Más aún ahora, cuando estamos saliendo de una pandemia que ha trastocado todavía más todos los equilibrios económicos y sociales. "La pandemia ha levantado alfombras y ha dejado al descubierto gran parte de los problemas que la política española no ha sabido o no ha querido resolver durante las últimas décadas", señala.
En su último libro, 'Renta Básica: Una herramienta de futuro', editada por Milenio Publicaciones, el primer ensayo que escribe en solitario, Bollain aborda la necesidad de implantar esta medida con una visión de futuro, de "inversión más que de coste", porque se trata, en su opinión, de una apuesta que está ligada a la "solución de los retos que vamos a tener que afrontar como sociedad en un futuro".
"Se trata de ver cómo puede contribuir la renta básica a superar los problemas que tienen las rentas mínimas de ahora", dice, pero también de "cómo nos permitirá afrontar mucho mejor retos muy importantes de futuro a los que nos enfrentamos como sociedad: las desigualdades en las sociedades occidentales, la crisis ecológica, la evolución del mercado laboral y la crisis de cuidados que se acentuado más a raíz de la pandemia".
"Una renta básica implantada a nivel europeo sería un mecanismo redistributivo que, más allá de garantizar la existencia material de la ciudadanía, permitiría que todas las personas nos beneficiemos por igual de la riqueza generada gracias a la integración europea", señala Bollain. "Además, reduciría de manera significativa algunos de los factores para la migración dentro de la Unión Europea, evitando así el efecto negativo de la “fuga de cerebros” en determinados países, a la vez que ahondaría en una mayor
legitimidad y apoyo ciudadano al resquebrajado proyecto europeo".
Pero además, considera que, teniendo en cuenta los proyectos piloto que se han llevado a cabo en diferentes países, "la renta básica posibilitaría que mejoraran considerablemente las condiciones materiales de la gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas europeas, quienes tendrían derecho a unos ingresos incondicionales, sin obstáculos administrativos ni el riesgo de estigma social asociado a las rentas condicionadas".
Muchos detractores de la implantación de una renta básica universal consideran que la medida desincentivaría la búsqueda de empleo, al tener unos ingresos, por encima del umbral de la pobreza, garantizados por el Estado. Sin embargo, Bollain considera que "el efecto sería el contrario".
Bollain recuerda que las actualmente la renta minina, como la RGI son prestaciones "que no son acumulativas es decir que no puedes tener dos rentas mínimas a la vez, no puedes tener la prestación y una renta de trabajo o como mucho que te complemente hasta el umbral que fijé el programa. Esto ha derivado en lo que se denomina 'la trampa de la pobreza'", dice. "El perceptor de la renta mínima tiene que poner en la balanza y elegir si le conviene aceptar un empleo por el que va a perder la prestación o una parte de ella", teniendo en cuenta que la mayoría de estos trabajos suelen ser de baja remuneración. Esto supone que se desincentiva el empleo o que puede aumentar el fraude a través de la economía sumergida. "Pesan mucho más los beneficios a corto plazo, es decir pagar las facturas del día a día, que los perjuicios que pueda tener a largo plazo, teniendo en cuenta que ese trabajo en la economía sumergida no te va a contar a la hora de detener una prestación por desempleo o de calcular una posible pensión de jubilación".
Sin embargo la renta básica está exenta de IRPF, es decir se empieza a grabar el siguiente euro por encima de la cuantía de la renta básica y esa renta básica sirve como un suelo, como una base qué es acumulable a otras fuentes de ingresos y de renta. Esto supone que a final de mes tendrá más dinero el que trabaja que el que solo renta básica, no como con una renta mínima, con las que no pasa siempre eso.
Por eso, la renta básica es un incentivo para buscar empleo, concluye Bollain, una afirmación que ratifica el hecho de que" en el proyecto piloto de Finlandia de renta básica uno de los resultados fue que aquellos que percibieron la renta básica estuvieron anualmente 6 días más empleadas que las personas que percibieron la renta mínima".
Bollain aboga por la toma de decisiones "valientes" por parte de los poderes públicos para poner en marcha esta herramienta como un inversión de futuro que acabaría con la estigmatización de las ayudas a las rentas mínimas y del coste presupuestario que se destina a ellas, pero que precisaría de una reforma de calado en la fiscalidad para conseguir una redistribución de la riqueza. No parece una tarea fácil, pero Bollain responde categórico a la pregunta: "¿Es posible financiarla? ¿Hay riqueza suficiente? Y, sí la hay", afirma.