El tsunami de la crisis del Covid ha arrasado la mayor parte de los sectores económicos, y el fútbol no ha sido la excepción.
El confinamiento, el cierre de los estadios primero y los partidos sin público después, han ocasionado importantes agujeros en las cuentas de los clubes vascos que juegan en Primera División.
Los responsables de Athletic, Real Sociedad y Alavés confiaban en empezar a superar ya este año la crisis, pero metidos como estamos en la sexta ola de contagios, y con nuevas restricciones en curso, todo vuelve a estar en entredicho.
De entrada, en los partidos que se jueguen a partir de este 1 de enero regresan a las limitaciones de aforo que pasan a ser de un 75% -aunque Urkullu quería que la limitación del público fuera del 50% de capacidad de los estadios-.
Además vuelven a implantarse las medidas en los prolegómenos del partido para evitar aglomeraciones, con controles de temperatura, aplicación de gel hidroalcohólico y el establecimiento de franjas horarias para el acceso de los aficionados al estadio.
En definitiva, la normalidad en los ingresos por entradas, casi recién recuperada, da un paso atrás como la sociedad en su conjunto, dejando con muchos interrogantes un futuro, hoy por hoy bastante incierto.
Las pérdidas que los clubes vascos achacan a la pandemia, descontando las que se produzcan a partir de ahora con las nuevas restricciones, han ocasionado un importante agujero de más de 69 millones euros entre los tres: 50,7 millones es el impacto de la crisis del Covid en las cuentas del Athletic, que es el que sale peor parado; 12,8 millones ha supuesto en las cuentas de la Real; y 5,5 millones de euros son las que estima el Deportivo Alavés.
Con este panorama, 2021 no ha sido tampoco un buen año precisamente para las cuentas del fútbol, aunque nos tengan acostumbrados a manejar cantidades millonarias.
El Athletic es el que ha pasado más sudores para sacar adelante sus cuentas. El presidente Aitor Elizegi, que ya ha anunciado que no se presentará a la relección, ha precisado de dos asambleas para conseguir que los socios dieran el visto bueno a sus presupuestos.
Según estas cuentas, el Athletic parte con un déficit de 4,4 millones de euros ya que prevé ingresos de 135,9 millones frente a los 140,3 millones en el de gastos. Eso sin tener en cuenta las pérdidas que puedan ocasionar las nuevas restricciones.
Aliviará los menores ingresos por entradas con una cuota lineal de 85 euros a cada uno de sus socios, -en el el primer intento eran 120 euros-.
A diferencia del resto de los clubes vascos, el Athletic no ha suscrito el acuerdo con el fondo CVC, -como tampoco lo han hecho el Madrid o el Barça- al que se han sumado otros clubes de la LaLiga. Por este acuerdo hubiera recibido un crédito de 117,5 millones de euros a devolver en 40 años. El Athletic considera que el acuerdo choca con la filosofía propia que mantiene el club.
La Real Sociedad y el Alavés sí han apoyado el acuerdo que les supondrá unos ingresos de 93 millones y 74 millones de euros, respectivamente.
La Real Sociedad cifra en 12,8 millones de euros el impacto directo de la Covid en su negocio. Sólo por abonados y socios dejó de ingresar 9 millones. Para esta temporada, ha presupuestado 136 millones y, diferencia del club rojiblanco prevé cerrar con un superávit de 2,45 millones.
Las cuentas de la pasada campaña estuvieron lastradas, además de por el covid y la ausencia de dinero por las entradas, por el dinero que le dejó a deber el anterior patrocinador, la empresa Iqoniq, y que no renovó su contrato. En total 800.000 euros.
En cuanto al Alavés, el club cuantifica las pérdidas derivadas de la pandemia en 5.5, millones de euros. Como el Athletic o la Real como consecuencia de la falta de ingresos por público, otros ingresos de días de partido, publicidad y por el mayor gasto por medidas sanitarias.
Las cuentas albiazules del curso 2020-21 se cerraron con unas pérdidas de 2,06 millones de euros, mientras que para la campaña 2021-22, maneja un presupuestos de 71,93 millones de euros, y espera regresar a la senda de los beneficios, ya que los gastos que prevé se sitúan 21.119 euros por debajo de los ingresos previstos, según las cifras manejadas en la última asamblea para esta temporada en la que se juega la permanencia en Primera División.