Las entidades de previsión social voluntaria (EPSV) de Euskadi superaron en 2021 los 29.000 millones de euros de patrimonio, una cifra récord que supone más de un 36% del PIB de la comunidad y que la Federación de EPSV quiere aumentar en los próximos años. Para ello, su presidente, Ignacio Etxebarria, sugiere a las Administraciones que propicien un “entorno amable” de carácter fiscal para su desarrollo, mientras en paralelo espera el nuevo decreto regulador en el que trabaja el Gobierno vasco.
Etxebarria ha desgranado que el patrimonio de las EPSV se situó en una cifra récord de 28.242 millones, el 6,73% más que en 2020, si bien el volumen patrimonial del conjunto de estas entidades, federadas o no, se elevó a 29.081 millones. Cabe señalar que más de un 52% de la población activa ocupada en Euskadi (1.149.437 ciudadanos) está asociada a alguna EPSV.
Rentabilidad del 4,9%
En las EPSV se distingue entre las entidades de empleo, que acogen a los trabajadores por la vía de la negociación colectiva (que a cierre de 2021 contaban con 502.194 asociados), y las de aportaciones individuales (645.801).
Las prestaciones satisfechas por las EPSV vascas federadas en 2021 alcanzaron los 740 millones de euros (el 3,39% menos que en 2020), pero los asociados aportaron al sistema 816 millones de euros, el 5,95% más. Además, la rentabilidad media ponderada se situó en el 4,9%.
La generalización del sistema
Más en detalle, las EPSV de empleo tuvieron aportaciones por 378 millones de euros (+9%), mientras las individuales aumentaron en 437 millones (+3,41%). Por su parte, de los 740 millones abonados, 452 millones fueron por planes de empleo (+1%), en tanto que las prestaciones individuales satisfechas cayeron el 9,6% (288 millones). Estas cantidades suponen que estas entidades han abonado a sus socios y beneficiarios más de 4.200 millones en un lustro.
No obstante, para Etxebarria el sistema vasco se encuentra en “stand by”, dado que no se incorporan nuevos “colectivos significativos” de trabajadores, y las aportaciones individuales están condicionadas por la evolución económica, por lo que ve necesario avanzar hacia la “generalización” del sistema.