El Gobierno de España ha acelerado a través de un real decreto ley la aprobación de la Ley de Ciberseguridad 5G, que estaba prevista para la segunda mitad del año. El Ejecutivo, que ha decidido aprobarla por la vía de urgencia debido al conflicto en Ucrania, permitirá el impulso y la implantación definitiva de las redes de quinta generación en España.
La nueva normativa sobre 5G se enmarca dentro del Plan Nacional para responder al impacto económico y social de la invasión de Ucrania, que también ha incluido la aprobación del Plan Nacional de Ciberseguridad con una dotación de 1.200 millones de euros (200 más de los previstos) y un paquete de 150 iniciativas.
Medidas de control
El Real Decreto Ley de Ciberseguridad 5G es la llave para el despliegue del 5G en todo el territorio. Esta tecnología revolucionará no solo el mundo de las telecomunicaciones sino todo el tejido empresarial a través de la creación de nuevos servicios y modelos de negocio.
Un punto destacado de la nueva legislación es que se incluye una lista de calificación de riesgo para proveedores, que se determinará en los próximos meses, según el nivel de seguridad y fiabilidad de sus equipos y establece una serie de controles para los operadores que deben aplicar en sus redes. Según un estudio recientemente publicado por la consultora Dell’Oro, los principales proveedores de telecomunicaciones y redes a nivel global son Huawei, con una cuota de mercado del 28,7%, Ericsson con un 15% y Nokia con un 14,9%.
Consolidación del mercado
Estas compañías son las que proporcionan las infraestructuras de redes y 5G a los principales operadores del país, que son los que han estado estos últimos años acometiendo todas las inversiones para el despliegue de redes de quinta generación.
Para vertebrar todo el territorio de redes 5G será necesario seguir con este impulso. En ese sentido, el reciente proceso de integración de Orange y MásMóvil (celebrado por todo el sector) ayudará a una consolidación del mercado, que reduzca la guerra de precios y permita a Orange, MásMovil, Telefónica y Vodafone acometer nuevas inversiones en infraestructuras y apostar por la mejor tecnología.