Con la presencia del rey Felipe VI y un abundante público extranjero ha comenzado este martes la cumbre europea del sector eólico, Wind Europe. 330 empresas del sector y más de 8.000 visitantes se reunen desde este martes -pese a que ayer ya hubo actos, no ha sido hasta este día 5 cuando la cumbre ha dado su pistoletazo de salida- y hasta el jueves con el fin de dar a conocer los proyectos de todo el sector eólico y las industrias que orbitan a su alrededor.
En el acto inaugural, fuera del emocionante momento en el que se ha recibido con aplausos al representante de la delegación ucraniana en esta cumbre, el Gobierno vasco y el Ejecutivo central han protagonizado un choque en diferido a cuenta del gas que el Gobierno vasco trató de explotar en Subijana de la mano de SHESA, la sociedad de hidrocarburos de Euskadi que aglutinaba a Lakua y algunos socios. La ministra Ribera ha afirmado durante la apertura de WindEurope que el fracking en Álava "no es una solución inmediata ni viable a medio y largo plazo". Algo que no ha tenido respuesta en directo, pero que posteriormente ha sido respondido desde Vitoria por Bingen Zupiria tras el consejo de gobierno. El portavoz del Ejecutivo vasco ha afirmado que "de entrada, no habría por qué descartar ninguna fuente energética que sea sostenible" desde Lehendakaritza.
Al mismo tiempo que Bingen Zupiria pronunciaba esas palabras, Barakaldo era testigo de la llegada del rey Felipe VI, que junto al lehendakari Urkullu, la ministra Ribera, el delegado del Gobierno Denis Itxaso y otras autoridades han visitado algunos de los 'stand' de la feria. Entre ellos, los de dos de las empresas más importantes de Euskadi: Iberdrola y Siemens Gamesa, que acude con muchas esperanzas a un WindEurope en el que ejerce prácticamente de anfitrión.
Cadenas de suministros y marcos regulatorios
Estas dos empresas han tomado la palabra durante la apertura del acto para reclamar un mayor impulso al sector. Jochen Eickholt, nuevo CEO de Siemens Gamesa, ha reclamado "pasos claros y decididos" para contar con una industria eólica "resistente y sostenible" en Europa. Entre las tareas pendientes señalada por Eickholt, la de aumentar el volumen del mercado de turbinas, acelerar los procesos de concesión de permisos y cambios en las subastas eólicas. Eickholt ha insistido en la importancia de tener una cadena de suministro saludable, porque, si no, la transición energética "no se materializará".
En ese mismo sentido se ha pronunciado el director gerente de Iberdrola Renovables. Un Xabier Viteri que ha reclamado eliminar "barreras políticas" para el desarrollo de las energías renovables y ha pedido unos marcos regularios "claros y estables" para el despliegue de la energía eólica, porque si no se genera "incertidumbre" y no será posible desplegar más potencia.
Conciencia ciudadana
Por su parte, las instituciones han animado a redoblar también la apuesta empresarial por las renovables. La ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, polémicas aparte, ha pedido "reforzar las inversiones" para conseguir alcanzar los objetivos de descarbonización. Unas metas que ha calificado de "extremadamente ambiciosas", pero sobre las que ha subrayado que requerirán tanto de una tecnnología como una demanda suficiente para que sea posible alcanzarlas. La ministra también ha hecho referencia a los "complicados" momentos que pasa el sector energético ante las derivadas de la guerra en Ucrania.
Por su parte, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, ha pedido "involucrar" a la sociedad para que sea consciente de la necesidad de los parques eólicos para Euskadi a pesar de que "pueda generarnos una dificultad visual". En opinión de Tapia, es necesario "que todos veamos como ciudadanos que poner en marcha energías renovables no es solamente algo que podamos decir desde el punto de vista de un discurso políticamente correcto, sino que va a beneficiarnos como ciudadanos, en el precio de la energía, en la generación de una energía local y en la contribución a la mejora en el medio ambiente".