Más recursos y oportunidades para el sector de la automoción. El presidente del Gobierno anunciaba el lunes un nuevo Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) sobre microchips y semiconductores, con una inversión pública de 11.000 millones de euros. Pedro Sánchez ha insistido en que "los semiconductores con un elemento básico en todos los sectores" y que España "no va a perder la carrera ante la tecnología más avanzada". Si hay un sector que lleva meses sufriendo la falta de estos chips es el de la automoción, y en Euskadi esta noticia ha sido recibida con buenos ojos.
Fuentes del Cluster de Automoción de Euskadi, Acicae, señalan a este periódico que "todo lo que sea favorecer la competitividad de la industria es muy bueno". Y es que precisamente la industria de la automoción en Euskadi lleva meses sufriendo las consecuencias de la falta de semiconductores. En primer lugar, Mercedes, la mayor industria del País Vasco, que ha tenido que parar su producción en varias ocasiones por la falta de componentes. Pero también toda la industria que le rodea como Michelin, Cie Automotive, Gestamp...
Una crisis, la de los semiconductores, para la que Europa no vaticina una solución durante este 2022. Por ello, buscaba soluciones y la Comisión Europea anunciaba su intención de movilizar 12.000 millones de euros en inversiones adicionales públicas y privadas hasta 2030 para cuadruplicar hasta entonces la producción de chips en la UE, a través de una nueva Ley Europea de Chips.
Actualmente las empresas europeas en el sector de semiconductores están invirtiendo unos 6.000 millones de euros al año. Sin duda, una ley que vendrá a arrojar luz sobre los continuos problemas de abastecimiento que sufren multitud de sectores, especialmente el de la automoción. "Para 2030 el 20% de la producción mundial de microchips debería tener lugar en Europa, esto es dos veces lo que hoy", apuntaba Ursula von der Leyen.
Ahora, España busca atajar desde aquí también este problema con este nuevo Perte. Actualmente hay nueve aprobados -vehículo eléctrico, salud de vanguardia, energías renovables, agroalimentario, nueva economía de la lengua, economía circular, industria naval, aeroespacial y ciclo del agua- y uno más anunciado, de la economía social de los cuidados, a los que se une ahora el de los microchips.