El Gobierno vasco ampliará a 52 millones de euros la dotación del programa de ayudas Bilakatu 2022, dirigido a aquellas empresas que han apostado por la diversificación a través de la implementación de nuevas capacidades en líneas de negocio, productos, servicios o mercados. Este programa también fomenta la relocalización en Euskadi de capacidades externalizadas en su día por las empresas en otras regiones o países.
Así lo ha anunciado la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, en declaraciones a RNE. Según ha destacado la consejera, a los 25 millones iniciales previstos para el programa Bilakatu, se les sumarán otros 27 millones para hacer frente a todas las solicitudes de ayuda recibidas por el Gobierno vasco por parte de unas empresas que comprometen inversiones de 450 millones de euros en diversificación y en volver a traer a Euskadi "ciertos eslabones" en la cadena de suministro.
Esta ampliación de ayudas forma parte del nuevo paquete extraordinario de medidas contra la crisis, anunciado por el Gobierno vasco, y que contará con 200 millones de euros.
Ayudas para "las familias más desfavorecidas"
La responsable de Desarrollo Económico ha explicado que una parte de ese paquete está dedicada a las personas que "peor lo están pasando, a las personas, a las familias más desfavorecidas, para que puedan tener los recursos suficientes para hacer frente a pagos que en ese momento se les viene encima, de gas, de electricidad, de situaciones muy complicadas como consecuencia de la subida de los precios".
En la parte dirigida a la economía, ha indicado que se destinará a las empresas que estaban exportando tanto a Rusia, como a Ucrania y los países del entorno, que se han visto "muy afectadas directamente" o que son sectores que estaban "no solo exportando, sino que estaban ubicados allí y que se ven muy afectados".
"Les podemos ofrecer ayudas directas, un servicio de asesoramiento a esas empresas que se han visto atrapadas en esta situación, para poderles ayudar, ya sea para repatriar personas, hacer frente a contratos que ya estaban en marcha o también en el sector primario, tanto al sector de agricultura, ganadería, como de pesca, con unas ayudas directas que les permitan superar esta situación", ha enumerado.
En este sentido, ha apuntado que si fuera necesario como consecuencia que la crisis de la guerra se alarga durante "mucho tiempo", el Gobierno vasco irá adoptando otras medidas. No obstante, ha subrayado que la batería de ayudas que se ha puesto sobre la mesa es de un "carácter importante, relevante y puede ayudar a nuestro tejido económico". "Vamos a ir paso a paso analizando qué es lo que va a ocurrir", ha manifestado.
Consecuencias de las sanciones a Rusia
Dicho esto, ha advertido de que los problemas derivados de las sanciones impuestas a Rusia "van a persistir durante tiempo, son de carácter asociado al ámbito energético, pero también a materias primas que venían a Euskadi y en este caso al conjunto de la Unión Europea importadas desde Rusia".
"Todavía vamos a tener que convivir con esa situación y tendremos que aprender a tener materias primas en otros destinos, tener cadenas de suministro en otros lugares, y la cadena logística en el entorno internacional todavía no se ha recuperado de la situación de la pandemia", ha puntualizado.
Por otra parte, ha aludido a los Fondos Next Generation para señalar que los recursos que han llegado a Euskadi son para políticas públicas, como el cuidado de la biodiversidad, la mejora del saneamiento, el establecimiento de depuradoras o la mejora de la red de banda ancha, pero a las empresas vascas no han llegado recursos de "gran relevancia".