Planta de biometano en Burgos / EFE

Planta de biometano en Burgos / EFE

Economía

El biometano, la otra energía de transición que pasará de largo por Euskadi

Este gas renovable, que va con atraso en toda España con respecto a Europa, apenas se usará en Euskadi pese a tener el potencial para ello

1 mayo, 2022 11:15

El biometano, gas de origen renovable que permitiría cubrir hasta un tercio de la demanda de gas natural de España, se mantiene a la espera de la aprobación del sistema de certificación y garantías de origen al que obliga Europa y que debería haber sido aprobado ya en verano. La descarbonización del sector es "ineludible" y ésta vendrá, en una primera fase, de la mano del biometano, y en una segunda fase, de la del hidrógeno verde, ha explicado a Efe el presidente de la asociación gasista Sedigás, Joan Batalla, quien ha subrayado que para que despegue en España urge la aprobación del sistema que permitirá certificar su origen renovable.

Actualmente, en el país solo hay siete plantas de biometano operativas y hay más de 200 proyectos en distintos grados de ejecución que supondrán movilizar más de 800 millones de inversión pendientes del desarrollo de la Hoja de Ruta del Biogas/Biometano (que vio la luz en verano) y del sistema de certificación. Sin embargo ni uno solo de ellos está en Euskadi. El único proyecto que apuesta de alguna forma por este gas es el Complejo Medioambiental de Gipuzkoa, que ya está transitando hacia el hidrógeno verde.

El biometano, permitiría descarbonizar hasta un tercio de la demanda total de gas, unos 137 teravatios/hora, según Batalla, quien ha destacado que, para que esto sea realidad, hace falta que el Gobierno apruebe el proyecto de real decreto para la transposición de la directiva que persigue garantizar el origen renovable de la energía. "Nos llega que podría ir al Consejo de Ministros en dos semanas", lo que, de producirse, permitiría que el sistema pudiera entrar en funcionamiento en el segundo semestre del año, ha añadido Batalla, tras apuntar que en Francia llevan casi dos años poniendo en marcha una media de dos plantas de biometano a la semana.

Además de avanzar en la descarbonización de la economía, el biometano permite dar solución a muchos residuos, especialmente a los de la industria agropecuaria, responsables del 20 % de emisiones de metano, ha destacado. La electricidad representa actualmente el 23 % de la demanda total de energía y para descarbonizar ese 77 % adicional harán falta los gases renovables, en los que España, por sus infraestructuras gasistas y su capacidad renovable, puede ser líder e incluso exportador, reduciendo así su dependencia energética y afianzando las seguridad de suministro.

La molécula del biometano es la misma que la gas natural convencional (CH4), pero en lugar de venir de un pozo de extracción se obtiene de residuos orgánicos procedentes de estaciones de depuración de aguas residuales, purines o cultivos de rotación (no consume tierras agrícolas). Al quemarlo, produce CO2 como el gas convencional pero, a lo largo de toda la vida del producto, se considera neto en emisiones pues evita la emisión del metano, un potente gas de efecto invernadero, que habría correspondido a los residuos. "El reto de la descarbonización es tan mayúsculo que no podemos desaprovechar ninguna tecnología (...) o hacemos algo de forma decidida o el objetivo de que el incremento de temperatura no supere los 1,5 grados será muy difícil de lograr", ha advertido Batalla en respuesta a aquellos que critican que se apueste por los gases renovables.