Pese a las quejas y a las decenas de contratos desiertos en obra civil por la desconexión entre precios y costes, la construcción sigue creciendo en Euskadi tras el parón pandémico. Según los datos publicados por el Eustat este martes, la actividad del sector creció un 7,2 % en el primer trimestre de 2022 en relación al arranque de 2021. Una cifra que se debe, según el Instituto Vasco de Estadística, precisamente al aumento de la obra civil dedicada a infraestructuras no residenciales, que han visto crecer su actividad en un 20,9%.
El crecimiento del sector llega precisamente en un momento fuerte de mercado, con la compraventa de viviendas en máximos desde 2007 en el País Vasco. Este sector, según la estadística vasca, ha aumentado también, pero mucho menos que la obra civil: la edificación de viviendas creció un 5,5%. En relación al último trimestre de 2021, se dejaría en un 4,8% la subida de la edificación de vivienda y en un 14% el crecimiento de la obra civil en términos interanuales.
El crecimiento de actividad, en un momento donde los contratos de obra y servicio han quedado fuera de la ecuación contractual con la reforma laboral, no ha venido acompañado de una gran subida de empleo. Con respecto al año pasado el número de personas empleadas ha crecido en un 1,9% mientras que en relación al último trimestre del año pasado, apenas ha aumentado un 0,1%.