Las empresas del papel afrontan una difícil recuperación marcada por el incremento de los costes de producción y de las materias primas, y una caída de la demanda en el segundo semestre de 2022 al detectarse los primeros signos de estancamiento de las ofertas y entrada de pedidos. Así, aseguran vivir una situación "excepcionalmente complicada" en la que su viabilidad no está garantizada al medio plazo.
La Asociación Clúster del Papel de Euskadi ha presentado este jueves el balance del año 2021 y ha analizado los retos a los que se enfrenta el sector en 2022. Así, las empresas asociadas facturaron en 2021 un total de 1.352 millones de euros superando las caídas de facturación de 2019 y 2020. El 48% corresponden a las exportaciones. A su vez, la producción de pasta y papel retornó a niveles prepandemia superando las 1.383.000 toneladas.
El constante incremento de costes de producción dada la inflación no se ha repercutido en su totalidad en los precios de venta, por lo que ha provocado "preocupantes pérdidas de rentabilidad" para las distintas empresas, cuya viabilidad está "en jaque". A pesar de la delicada situación actual, las firmas asociadas al Clúster mantuvieron su ritmo de inversiones con el objetivo de diversificar su producción, mejorar su competitividad y seguir reduciendo su impacto medioambiental. En esta línea, los proyectos ejecutados suman una inversión de de 71 millones de euros.
Alza de costes cuadruplicados en 2022
La actividad productiva en 2022 comenzó marcada por la inflación, que se vio acentuada con la guerra de Ucrania. Este año los costes energéticos y el precio de los derechos de emisión se han cuadruplicado y duplicado respectivamente "hasta máximos históricos". Este incremento supuso un coste de producción del papel entre el 30 y 40% más para las empresas.
Por materias primas, el coste del papel recuperado se incrementó en un 70%, la pasta de papel entre un 50 y 70% y la madera lo hiizo en un 40%. El sector pone de manifiesto también la "inseguridad" que suponen unos precios de transporte "nunca vistos", además de las afecciones de suministro por desabastecimiento o plazos de entrega "inusualmente largos".
Por todo ello, el sector papelero asrgura desconocer la capacidad del mercado para absorber los incrementos de costes, por lo que temen "una caída de la demanda en el segundo semestre de 2022" después de detectarse los primeros signos de estancamiento en la realización de ofertas y entrada de pedidos.