El Gobierno vasco ha aprobado las directrices que marcarán los presupuestos de 2023, que perseguirán la recuperación económica de Euskadi. Si bien el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha asegurado un presupuesto récord, será el último que siga la línea expansiva y advierte de una vuelta a la “estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera” en un futuro más bien próximo.
Serán unos presupuestos “fuertes, sólidos y capaces de traccionar la economía y el bienestar”. Para ello se basarán en cuatro ejes: la transición ecológica, la digitalización, una economía volcada en las personas y el rigor con unas cuentas que retornan a una estabilidad presupuestaria.
Azpiazu ha señalado que para la elaboración definitiva de los presupuestos aún faltan “muchos datos” para contar con cifras definitivas y se tendrá en cuenta la "revisión del escenario macroeconómico" del segundo trimestre, que se conocerá a finales de septiembre. En esta línea, el Ejecutivo espera aprobar sus presupuestos el 25 de octubre y trasladarlos al Parlamento vasco el 28.
En este contexto de “incertidumbre” coincide la previsión a la baja del crecimiento económico a nivel europeo con unos "buenos datos macroeconómicos" en la economía de Euskadi. No obstante, Azpiazu ha asegurado que los presupuestos serán expansivos, pues “la economía va a crecer sustancialmente en términos reales y más en términos nominales".
Crecimiento económico del 5,7% en el primer trimestre
Azpiazu ha apuntado que estas directrices se han diseñado teniendo en cuenta un escenario económico en el que la economía vasca creció en 2021 un 5,6% y ha mantenido ese "dinamismo" en el primer trimestre de 2022, para el que se ha estimado un incremento interanual del 5,7%.
Además, el consejero ha adelantado previsiones por las que la Euskadi crecerá en lo que resta de 2022 un 4,5% y un 4,1% en 2023, así como que la tasa de paro se reduzca al 9,1% el año que viene. No obstante, el escenario general es de "gran incertidumbre", por lo que esa moderación del crecimiento se revisará en el segundo trimestre de este año, y el nuevo escenario se tendrá en cuenta para la elaboración definitiva de las cuentas.
Las haciendas ingresan más por la inflación
A su vez, el Ejecutivo no tendrá en cuenta la recaudación de las haciendas porque responde a una consecuencia “del momento pasajero” dada la inflación.
“Hay que actuar y presupuestar con responsabilidad”, ha señalado Azpiazu. Por ello, ha añadido que "no es conveniente emplear los incrementos de ingresos públicos, ni el potencial de endeudamiento que tienen naturaleza coyuntural y están ligados al crecimiento de la economía, para incrementar el gasto público corriente de carácter estructural".