Euskadi tiene los salarios congelados con un IPC desbocado por encima del 8,3%

Los salarios en Euskadi están estancados y los vascos pierden poder adquisitivo. A lo largo del primer trimestre de este 2022, el coste salarial se ha mantenido prácticamente sin cambios y con un aumento de apenas un 2,5%, hasta quedarse en los 2.316 euros. Se trata de un ascenso menor a la media del país que ha llegado al 5,2% hasta alcanzar los 2.006 euros. A pesar de ello, Euskadi sigue teniendo unos de los salarios más altos pero también una inflación completamente desbocaba, con un IPC disparado por encima del 8,3% principalmente por los costes de la alimentación y los carburantes.

Estos datos se desprenden de la encuesta trimestral de coste laboral (ETCL) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística. Este estudio refleja como el coste laboral de las empresas vascas ha aumentado un 2,1% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2021 y se ha elevado a 3.174,87 euros por trabajador y mes, el segundo más alto de España solo por detrás de Madrid. Aunque esta cifra está muy por encima de la media nacional apenas ha subido un 2,1 % en el último año, uno de los menores crecimientos de todas las comunidades autónomas, que tienen un alza media del 4,7%. Así, la diferencia de costes laborales entre Euskadi y el resto de comunidades se va reduciendo y ya está en los 445 euros.

Y la mayor parte del coste laboral corresponde, precisamente, a los costes salariales: salario base, complementos, horas extraordinarias y pagos extraordinarios o atrasados, medidos en términos brutos. Los salarios de los trabajadores vascos están prácticamente congelados con una variación mínima al alza del 2,5%, hasta llegar a los 2.316 euros. Una subida que es la mitad de la media nacional. En cuanto a las cotizaciones a la Seguridad Social, han aumentado un 0,8% hasta los 858 euros, casi 200 euros por debajo de la media.

El IPC, punto clave en la negociación de convenios

Todo esto, con un IPC desbocado que no para de registrar subidas cada mes. El último dato, el de mayo, ha repuntado hasta el 8,3% por el encarecimiento de los carburantes y la alimentación. De hecho, este es uno de los factores vitales en las negociaciones colectivas en las que están envueltas numerosas empresas y también sectores, como el Metal, en Euskadi. La petición de muchos comités de empresa pasa por que la la inflación se vincule con los salarios. En este momento, el incremento salarial pactado para los convenios negociados en la CAPV (64.694 personas afectadas) se sitúa en casi un 5% (4,99%), y en el 2,20% para los 50.391 trabajadores cubiertos por convenios de ámbito estatal con incidencia en la CAPV.

Esto está provocando que muchas negociaciones estén paradas y haya tantos miles de trabajadores aún sin convenio en Euskadi. Concretamente, más del 70% de los trabajadores vascos no tiene ninguna protección sobre su sueldo frente a un IPC que no para de subir. No obstante sí hay ejemplos de empresas que lo han incluído en sus convenios como Bridgestone u otras que lo han tenido que hacer por sentencia judicial como Tekniker. Los 280 trabajadores del centro tecnológico de Eibar tendrán un incremento salarial del IPC en aplicación del convenio del metal de Gipuzkoa después de que la justicia haya dado la razón a los sindicatos. Estos esperan que esta sentencia sirva de ejemplo para futuros procesos.