Jon Uriarte es el nuevo presidente del Athletic. El emprendedor bilbaíno ha hecho valer en las urnas la oleada de expectación que generó cuando decidió colarse en una carrera que ya estaba lanzada. Joven y descarado, ha explotado su perfil de empresario triunfador alejado de etiquetas y los socios le han dado su apoyo frente a dos rivales de corte más tradicional. Los sustos de los últimos días se han quedado en eso, en sustos, y Uriarte podrá aplicar al Athletic ese electroshock que asegura necesita.
El dueño del grupo All Iron ha resistido a todo tipo de contratiempos durante la campaña, que él atribuye al juego sucio de las otras planchas. Desde las llamadas de atención por parte de sus rivales con advertencias como "el Athletic no es una startup" a acusaciones de tener un conflicto de intereses por su agencia de representación de futbolistas All Iron Sports. El fallido debate en el Colegio Vasco de Periodistas o el retraso hasta última hora de la noche en la presentación del vídeo con las líneas maestras de su programa le llevaron a admitir públicamente una crisis en su equipo que habría llevado incluso a replantear el futuro de la candidatura.
Pero el episodio más rocambolesco llegó de la mano de su elegido para la dirección deportiva del club, Carlos Aviña. En apenas unas horas Uriarte presentaba y se veía obligado a renunciar al fichaje del mexicano por los mensajes homófobos y machistas que este había colgado en Twitter hace diez años. Un cúmulo de imprevistos que le han supuesto una fuga de votos pero sin llegar a poner en riesgo una victoria que estaba muy asentada desde el inicio de la campaña.
Nuevos retos tras hacer cima
El nuevo presidente del Athletic, de 44 años, ha tocado la cima en el mundo empresarial y busca nuevos retos, afirma su entorno. Se presentó a sí mismo como la cara visible de una revolución necesaria en el club (dijo en su presentación que aspiraba a la presidencia "por sentido del deber") y en todo momento ha querido lucir un perfil independiente, alejado de grandes poderes como el PNV o Vocento, a los que se ha referido como "el establishment".
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Deusto, inició su carrera trabajando en Londres en consultoras como Morgan Stanley, y fue en la ciudad británica donde conoció a su socio Ander Michelena. "He trabajado en entornos ultraagresivos, el sitio con más tiburones del planeta", ha dicho estos días en referencia a su paso por la City de Londres. Con Michelena fundó Ticketbis y, tras su venta millonaria, el grupo All Iron. Esta sociedad tiene dos patas de negocio fundamentales, la compra de inmuebles para uso turístico y la inversión en startups a través del fondo All Iron Ventures.
Se trata de un grupo en clara expansión cuya gestión estas semanas, volcado Uriarte en el asalto a Ibaigane, ha quedado en manos de Michelena y su equipo. Se entiende que así seguirá siendo a partir de ahora, si bien el hijo de Pedro Luis Uriarte no ha aclarado, como sí han hecho Iñaki Arechabaleta o Ricardo Barkala, si dejará de lado sus negocios para tener plena dedicación al Athletic.
Un tesorero de Tubacex
Ahora deberá abrir ese nuevo tiempo y responder a la ilusión que ha generado. Con Ernesto Valverde como entrenador para el primer equipo masculino e Iraia Iturregi como apuesta de continuidad para el femenino (Sergio navarro, ex del Levante o del Villarreal, sería director de Lezama), llega a Ibaigane rodeado de un equipo de profesionales del mundo de la consultoría y la empresa, entre otros Guillermo Ruiz Longarte, de Tubacex, que ejercerá de tesorero.
Entre otras propuestas destacan varias con perfil social, principalmente para impulsar el ambiente en San Mamés, como facilitar autobuses para los aficionados de localidades más alejadas de Bilbao o incluso estudiar poner en marcha un servicio de guardería durante los partidos.