Los contratos desiertos han sido el vivo reflejo de los problemas de los costes de la construcción. El problema, sobre cuyos efectos en la obra civil en Euskadi informó por primera vez 'Crónica Vasca', ha dejado millones de euros de las administraciones públicas pendientes de una empresa que se interesase en una segunda licitación o directamente de una actualización de precios. Este problema, que ha alcanzado a todos los niveles institucionales, es el que este miércoles ha reconocido el Ayuntamiento de Basauri.
Según ha informado el consistorio en una nota, el rápido aumento de los precios ha hecho que nadie se haya interesado por las obras o que incluso hayan desistido de acometer las licitaciones una vez se le adjudicaban las obras. De ahí que ahora se tengan que volver a convocar los concursos de un ascensor, el saneamiento de la calle Jacinto Benavente, la instalación de escenarios y carpas para fiestas y la construcción de una pista multiusos en el polideportivo de Artunduaga.
El equipo de gobierno tendrá, por tanto, que volver a licitar las obras. En las nuevas licitaciones, el Ayuntamiento ajustará los precios con el objetivo de que las obras se adecúen a los costes de construcción. Junto a los problemas en la obra civil, Basauri también ha licitado dos veces sin éxito el servicio de cafetería para el hogar de jubilados de Arizgoiti.