La costera de anchoa de este año se ha saldado con 6.528 toneladas capturadas por la flota vasca. Los arrantzales prevén mejores cifras de cara a la campaña de 2023. La biomasa de anchoa adulta este 2022 ronda las 230.000 toneladas, una buena noticia ya que el "stock" estimado que se sitúa muy por encima del mínimo de 21.000 que garantiza la sostenibilidad de la especie y hace prever una buena costera en 2023.
El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz, y el director general de AZTI, Rogelio Pozo, han facilitado esos datos en la presentación, este jueves en San Sebastián, de los resultados de este ejercicio de la costera de la anchoa y de la campaña científica Bioman, que evalúa anualmente el estado de la población de esta especie en el golfo de Bizkaia.
Según han explicado en la comparecencia, en la que han participado responsables de las federaciones de cofradías de pescadores de Gipuzkoa y Bizkaia, aunque la biomasa de anchoa calculada este año no llega al récord de 2020, cuando fue de 330.000 toneladas, pone de manifiesto "la buena salud" de la que goza este recurso pesquero, que emplea a unas 3.500 personas en Euskadi.
El director del centro tecnológico vasco especializado en el medio marino ha apuntado que hay un 55 % de ejemplares de un año de edad -cantidad superior al promedio-, un 40% de dos años y el resto mayores-, "hace pronosticar" que la costera tendrá "resultados positivos" también el próximo año.
Respecto al precio medio en lonja, si bien el año pasado se situó en 1,55 euros por kilo, en el actual ejercicio se ha vendido a 1,58 euros. Por su parte, las descargas en los puertos vascos han aumentado con un 43% del total de capturas, frente al 34 % de la campaña de 2021.
No obstante, el presidente de la federación vizcaína, Eusebio Arantzamendi, ha advertido de que el aumento del precio del combustible, que casi se ha duplicado en un año, ha hecho "bajar la rentabilidad" de la actividad, aunque no podrán evaluarla hasta final de año, cuando se "harán las cuentas" del cómputo global de las especies pescadas a lo largo del ejercicio.
A la espera de la estimación definitiva
En cuando a la abundancia del "stock" de anchoa detectado este año, Pozo ha puntualizado que se trata de una estimación "provisional" y que los datos definitivos se obtendrán a finales de 2022, una vez analizados los de las otras campañas científicas, Pelgas y Juvena.
Con ellos se obtendrá la estimación definitiva de biomasa de anchoa y se trasladará la recomendación científica que servirá para establecer el TAC (Total Admisible de Captura) de 2023, ha explicado Pozo, quien ha avanzado que "probablemente será similar" al determinado para este año.
De la evaluación del resto de factores y variables que incluye la campaña de AZTI, su director general ha destacado que se confirma "la tendencia al alza" observada en los últimos años del alimento de las anchoas, como es el zooplancton, que viene aumentando un 2,4% por década, atribuible al calentamiento de las aguas como consecuencia del cambio climático.