El mes de julio está siendo muy fructífero para la negociación colectiva vasca. El tapón producido en la primera parte del año ha ido desenredándose en las últimas semanas hasta el punto de que a las puertas del verano van a cerrarse al menos media docena de acuerdos sectoriales relevantes, además de convenio de empresa de Mercedes Vitoria, la principal factoría de Euskadi.
Un acelerón casi en la prórroga de este primer periodo hábil del año antes de que la economía se pare en el mes de agosto, pero igualmente válido y que supone una buena noticia para miles de trabajadores y cientos de empresas que están reguladas por estos nuevos acuerdos. Este viernes se han anunciado de hecho tres nuevos preacuerdos, uno en las estaciones de servicio de Gipuzkoa alcanzado por LAB, otro en el transporte de viajeros de Álava, en este caso con UGT en la bancada sindical, y un tercero también en territorio alavés, en concreto de intervención social, han informado ELA y LAB.
Según LAB, el preacuerdo con la patronal del sector de estaciones de servicio de Gipuzkoa incluye incrementos salariales del IPC para todos los años del período 2020-2024 en los que tendrá vigencia. El pacto se ratificará en septiembre con la firma del convenio colectivo tras dos años y medio de negociaciones, contará con ultractividad indefinida, actualización de licencias retribuidas y un plan de igualdad.
Además, UGT ha anunciado que ha hecho lo propio en el sector del transporte de viajeros de Álava tras doce años de negociaciones, con una subida salarial del 16% para los trabajadores. Igualmente, el acuerdo se hará oficial a la vuelta del verano.
Por último, ELA y LAB se han felicitado por el preacuerdo en la intervención social alavesa, que incluye subidas salariales, una reducción de la jornada en 30 horas hasta 2024, aumento de días de vacaciones y mejoras en las medidas para la conciliación, entre otras., han informado.
Metales pendientes
Con tanto el Metal de Bizkaia como de Álava, que suman más de 70.000 trabajadores, en un escenario de conflictividad, si bien las negociaciones de retomarán en septiembre, puede decirse que la negociación colectiva vasca vive un momento dulce cuando nadie lo esperaba.
El propio Tomás Arrieta, presidente del CRL vasco, advertía hace un par de meses de la enorme conflictividad que podría producirse en otoño por el atasco de los convenios. Finalmente la parte final de junio y sobre todo julio han cambiado el escenario y han alumbrado acuerdos, además de en Mercedes, en el Papel y la Construcción de Gipuzkoa, en la limpieza de locales y edificios de Bizkaia o en las residencias de Gipuzkoa, en este último caso solo con la participación de UGT lo que le ha valido los reproches de otras centrales.
Los tres preacuerdos anunciados hoy vendrían a reforzar esa sensación de que empresarios y sindicatos buscan despedir julio con los deberes hechos y, por otro lado, alivian a nivel estadístico la situación de casi permanente bloqueo de la negociación colectiva vasca.