El Fogasa reduce inversión en Euskadi, pero no empresas atendidas. Después de un año de absoluto récord en el aumento de los pagos ante la enorme cantidad de empresas que quebraron en 2021 -a final de año el fondo de garantía salarial había desembolsado más de 34 millones de euros en Euskadi, un 60% más que en 2020-, la cantidad de dinero invertida por la institución pública desciende, pero aún se queda lejos de las cifras prepandémicas de normalidad económica.
Según los datos del Ministerio de Trabajo, entre enero y julio de este 2022, el fondo de garantía salarial ya ha tenido que pagarle a unos 2.147 trabajadores vascos 19,3 millones de euros en prestaciones e indemnizaciones procedentes de empresas en concurso de acreedores o insolventes.
Sin embargo, lo más preocupante no es la estabilidad en cuanto a trabajadores atendidos; es que la realidad es que este año están siendo más las empresas en las que el Fogasa ha tenido que intervenir para proteger a sus trabajadores. Si a estas alturas de año en 2021 eran 497 las firmas atendidas por el fondo público, este año ya son 596, 99 más. Y es que el hecho de que las empresas concursadas esté creciendo tampoco ayuda: las cifras de este año apenas suponen un 15,8% menos de desembolso con respecto al estratosférico 2021 en cuanto a valor económico pero solo descienden un 2,68% en el número de trabajadores ayudados por el fondo público el año pasado a estas alturas (2.206).
Por sexos, los hombre están más afectados en lo que llevamos de año -son 1.354 vascos por los que el Fogasa ya ha desembolsado 12,1 millones de euros)- que las mujeres -746 que han recibido 6,7 millones de euros. En el conjunto de España los datos son todavía peores que los de Euskadi: ha aumentado la inversión del Fogasa, los expedientes y las empresas afectadas por ellos.