Ya faltan pocas semanas para poner fin a las vacaciones de verano y volver al colegio. Arranca un nuevo curso escolar y lo hace con una serie de desembolsos necesarios para las familias: libros de texto, uniformes, material escolar, transporte, comedor, dispositivos electrónicos... una larga lista de gastos que este año se vuelve más cara empujada por el alza generalizada de los precios y también por los cambios que llegan con la nueva ley educativa, la LOMLOE. Según recoge un estudio realizado por el comparador de ahorro Banqmi, el coste medio de la vuelta al cole por alumno en el País Vasco es de 418,28 euros, por lo que se sitúa entre las más caras, concretamente en quinto lugar, solo por detrás de la Comunidad Valenciana (459,58€), Navarra (443,66€), Cataluña (436,43€) y Murcia (418,43€).
Una cifra que ya se acerca el medio millar con un crecimiento respecto al pasado año 2021 del 4,34% de media por alumno, situando a Euskadi en el noveno lugar del ranking entre las comunidades. Las previsiones económicas poco halagüeñas para el próximo otoño impactan directamente en la economía de las familias, en un mes, septiembre, de muchos gastos tras las vacaciones de verano. Y esta vuelta al cole es uno de los principales desembolsos. Una situación que no deja indiferente a los propios alumnos que, ya entrados en edades más avanzadas, son plenamente conscientes de lo que esto supone para sus familias.
Preocupación entre las familias y posibles 'recortes'
Estrella Sánchez es economista y profesora de la UPV en Sarriko, pero ha estado muchos años siendo docente de alumnos de secundaria, por eso los conoce muy de cerca. "Toda esta situación, tanto los alumnos como las familias, la viven con incertidumbre y miedo porque todo está repercutiendo en la economía familiar. Los sueldos siguen iguales, las pensiones también, pero los precios siguen desbocados y el gasto se ha multiplicado casi por dos en muchas familias y eso puede llevar a otros recortes. En lo que antes compraban dos pares de zapatillas para el arranque del curso, ahora igual solo pueden comprar unas, por ejemplo", explica esta economista.
Uno de los mayores desembolsos dentro de este presupuesto medio de 418 euros es el uniforme escolar, un gasto que, sin embargo, no todas las familias vascas tienen que afrontar. La media se sitúa en 214,83 euros, un 6% más que el pasado año. El otro gran foco de gasto son los libros de texto y este año se acentúa especialmente por los cambios que llegan con la nueva ley educativa, la LOMLOE. Esta nueva norma se implanta en este curso 2022-2023 en los cursos impares de infantil, primaria, secundaria y bachillerato. Esto implica cambio de currículo, cambio de contenidos y por lo tanto cambio de manuales escolares. En los cursos pares -segundo, cuarto y sexto- se ha ampliado la vigencia un período más para evitar que haya que cambiar los materiales dos años consecutivos, ya que en el 2023-2024 es imperativo por la aplicación de esta nueva ley.
Libros de texto nuevos por la LOMLOE: 30 euros de media cada manual
Esto impacta directamente en las familias y también los propios docentes, como Estrella Sánchez, que no comparte este planteamiento porque considera que lo que urge son cambios metodológicos y no curriculares: "Hay que cambiar las formas, no los libros, porque esto solo trae más gasto para las familias". Y es que un servicio tan necesario como el de cambio de libros, este año no se va a poder activar puesto que se van a necesitar nuevas ediciones de libros, que van a ser más caras, en parte también por el encarecimiento del papel. Por todo ello, esta economista alerta de que va a ser un año especialmente delicado.
Según los datos de Banqmi, el País Vasco es la segunda comunidad con los libros de texto más caros, con 203,45 euros de media por alumno. Esto con los datos tenidos hasta el momento, y que por esos cambios de la LOMLOE van a seguir subiendo por las nuevas ediciones. "Cada libro de texto cuesta una media de 25-30 euros, por unas 10 asignaturas... y si ya son varios niños en la familia, el gasto se dispara. Y a esto ha que sumarle la necesidad de un dispositivo electrónico que ya es una necesidad y aunque hay ayudas, es un desembolso que los padres tienen que adelantar. Todo con un salario mínimo que escasamente llega al doble de todo este gasto", apunta Estrella Sánchez.