Habría que remontarse a la primavera de 2009, justo cuando se empezaba a hablar de crisis económica tras la quiebra de Lehman Brothers en EEUU, para dar con una cifra de paro más baja en Euskadi que la actual. Según el último informe de Eustat el paro cerró el tercer trimestre de 2022 en el 7,9%, una décima por debajo de ese nivel del 8% inexplorado desde hace 13 años.
En realidad el dato anual va a quedar algo por encima una vez se haga la media de los cuatro trimestre del ejercicio (en el 8,8%), según las estimaciones del Gobierno vasco, que incluso mantiene la previsión unas décimas más arriba del 8% para el cierre de 2023. Es decir, ese descenso al 7,9% es casi un espejismo acompañado del empuje de las actividades ligadas al turismo este verano ya que en el complicado contexto económico actual, sobre todo para sectores industriales como automoción o industria, todas las previsiones apuntan a que la contratación va a pegar un frenazo a corto plazo.
Pero el último resultado trimestral de Eustat deja una conclusión clara: el desempleo, uno de los grandes indicadores de la situación económica y social, vive su mejor momento desde antes de la última crisis ligada al ladrillo. En Euskadi hay algo más de 82.000 parados con un descenso de la tasa de seis décimas en relación al segundo trimestre del año. Ese progresivo descenso se frenará probablemente en el último cuarto del año como ya ocurrió el año pasado, en el que se produjo un repunte de casi un punto.
12.000 empleos más en 2023
Ese es el motivo por el que el Gobierno vasco espera que este indicador se sitúe de media en el 8,8% como cómputo global de 2022, mientras que para el próximo ejercicio bajará al 8,3%. En números absolutos eso supondría unos 26.00 puestos de trabajo más este año y algo menos de la mitad, unos 12.000, en el próximo.
El frenazo tiene su lógica teniendo en cuenta que grandes factorías tractoras como Michelin o Mercedes están recortando previsiones de producción mientras que acerías como Arcelor Sestao o Nervacero o están paradas o han entrado en ERTE por la bajada de pedidos. Las previsiones de avance del PIB del Gobierno vasco pasan por mantener todavía un crecimiento fuerte a cierre de este año, algo más del 4%, si bien ese cálculo ha sido puesto en duda por algunos organismos económicos, con una bajada al 2% en 2023, un nivel en el que empieza a estar comprometida la generación de nuevos empleos.