Las obras de la primera comunidad cooperativa fotovoltaica de Euskadi han arrancado este lunes en la comarca de la Montaña Alavesa. Su objetivo es que sean los propios vecinos, sin cambiar nada en su instalación eléctrica doméstica, los que generen el 100% de la energía que necesitan para cubrir sus necesidades. Ubicado en la zona industrial Tellazar de Arraia-Maeztu, el proyecto recibirá 969.193 euros de los fondos europeos NEXT Generation, por lo que la inversión media de cada vivienda será inferior a 1.500 euros.
La iniciativa de crear comunidades energéticas nacía en junio de 2021 con la intención de impulsar el autoabastecimiento, disminuir la dependencia de fuentes externas y fomentar las energías renovables sostenibles. “Democratizar la energía”, era el término que utilizaba en su momento la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, para describir el objetivo de esta iniciativa. Así nacía el proyecto Ekiola, con 13 emplazamientos fotovoltaicos en su horizonte más cercano y tres millones de inversión por parte de los fondos europeos. La previsión era que la construcción de las primeras plantas fotovoltaicas arrancase en el mes de septiembre, una vez se ultimase el trámite de los permisos necesarios, aunque finalmente no ha sido hasta finales de noviembre cuando se ha comenzado a edificar la primera instalación.
Esta planta es una construcción en suelo, con una potencia que oscila entre 1 y 5 Mw y que ocupará un mínimo de 10.000 metros cuadrados, aproximadamente la superficie que ocupa un campo de fútbol, lo que supone una capacidad para generar energía para 400 familias. Su instalación no tiene ánimo de lucro. Es decir, los socios no van a poder comercializar con la energía que genere su parque, solo garantizará la energía para su consumo. La inversión media de cada vivienda que se convierta en cooperativista para generar su propia energía será inferior a 1.500 euros; y el precio de la energía de Ekiola ha sido fijado en 31,56 €/Mw/h. Por lo tanto, una familia que paga, por ejemplo, 918 euros al año con una comercializadora, pasará a pagar 232 euros al año, lo que supone un ahorro anual de 686 euros.
La instalación del parque solar dispone de una garantía de 25 años de funcionamiento y rendimiento, por lo que la energía tendrá un precio fijo durante ese periodo en menos de 50 €/MWh. Además, la Diputación de Álava pretende extender el proyecto a los pequeños comerciantes, autónomos y explotaciones del primer sector, que mantengan consumos y necesidades eléctricas similares a las domésticas.