A punto de finalizar el año el Instituto Nacional de Estadística ha hecho público su avance de datos del IPC de diciembre. Unas cifras que refuerzan la tendencia descendente de la inflación en clave nacional -habrá que esperar a mediados de mes para conocer las cifras de Euskadi- y que deja una caída de un punto hasta el 5,8% como valor para el cierre del año.
Así, este indicador, supondría una disminución de un punto en su tasa anual, ya que en el mes de noviembre esta variación fue del 6,8%. El INE relaciona directamente esta caída de la inflación a que los precios de la electricidad suben menos que en diciembre de 2021 y a que los carburantes, por su parte, registran un descenso mayor que el del año pasado.
Por su parte, desde el Instituto Nacional de Estadística, destacan, aunque en sentido contrario, los subsectores del vestido y calzado, cuyos precios disminuyen, pero menos que en diciembre de 2021; y el aumento de los precios del tabaco y los alimentos elaborados. Además, insisten en que la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) ha aumentado seis décimas, hasta el 6,9%.
Es la cifra más alta de esta tasa desde 1992. Esto supone, en puridad, que el precio de los alimentos sigue disparado. Algo que, unido al escaso crecimiento medio de los salarios (un 2,69%), dibuja un escenario cada vez más preocupante para las familias vascas y las del resto de España.