El Consejo Vasco de Finanzas analizará este miércoles a que se destinarán los más de 400 millones que Euskadi podría recibir en dos años por las nuevas tasas a empresas energéticas y bancos.
El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, adelantó la semana pasada que la reunión de este órgano en el que participan el Ejecutivo vasco, las diputaciones forales y los ayuntamientos trataría esta cuestión y el reparto interno entre territorios.
Estas tasas se encuadran en la aportación del Estado para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales derivadas de la guerra de Ucrania y a los problemas de oferta y de suministros por la pandemia.
Esta financiación será el 6,24 % del volumen total de ingresos que recaude el Estado, generados por estos gravámenes temporales a las energéticas y a los bancos en 2023 y 2024. En estos dos ejercicios, Euskadi podría recibir entre 400 y 450 millones de euros.
Estas tasas se consideraron como prestaciones patrimoniales de carácter público no tributario por lo que no fue posible la concertación, algo que sí ocurrió con el impuesto a las grandes fortunas, también aprobado en la última Comisión Mixta de Concierto.