La industria vasca trata de resisitir al embiste económico que lleva sufriendo los últimos meses a causa de la paralización de pedidos procedentes de Europa. El desplome en el número de encargos desde Alemania, fundamentalmente, que concentra el 16% de los beneficios obtenidos de las exportaciones globales realizadas en lo que va de año, hace que las ventas por parte de este sector caigan por cuarto mes consecutivo, si bien Euskadi aguanta mejor que otras partes de España.
Mientras que la facturación de la industria sufrió una caída interanual de un 3,2% en Euskadi el pasado mes de julio, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Navarra aumentó un 30,7%, seguida, de lejos, por La Rioja y Canarias, con un incremento positivo del 9,4 y del 7% respectivamente. En el lado contrario del mapa se situaron Asturias, con un descenso del 21%, seguida de Murcia con un 17,8% y Andalucía, con un 16%. No obstante, este deterioro de la industria vasca es menor que la media nacional, que registró un descenso del 5,3%.
La industria arrancó 2023 en Euskadi con un primer trimestre que cerró en positivo, con un incremento interanual del 19%. No obstante, el descenso comenzó a sentirse en abril (-7,4%) y siguió en mayo (-6,4 %), junio (-4,7 %) y ahora en julio (-3,2 %). Aun con todo, en los primeros siete meses del año, este sector facturó en el territorio vasco más de 17.000 millones de euros, un 3,9% más que en el mismo período del año anterior. En el conjunto de España, en cambio, los beneficios derivados de las operaciones exteriores se mantuvieron prácticamente igual, con un incremento medio de tres décimas.
Ante los vaticinios de una posible recesión
Unos datos que son señal de que el devenir económico de los países europeos ya está dejándose notar, repercutiendo de forma negativa en todo el continente. Los vaticinios de una posible recesión, impulsada por una inflación descontrolada, están contrayendo el gasto de los principales clientes vascos, y eso se traduce en un menos pedidos y de menor importe.
En lo que va de año, las exportaciones han crecido un 3,5%, si bien los datos reflejan pérdidas desde el mes de abril, con un descenso del 12,9% en julio. Aunque las exportaciones nacionales han caído, son las internacionales las que más preocupan. Si bien las operaciones fuera de la zona euro se han reducido un 4,1%, con proveedores de la Unión Europea han caído un 24,4% en comparación con julio de 2022. Pero es que, además, hay que recordar que venían de un anterior descenso interanual del 10% en el mes de junio.
La producción industrial con destino a Alemania, primer destino de exportación para las empresas vascas, experimentó un incremento interanual del 11% en junio, sufrió en julio un descenso del 11,7%, su mayor caída desde abril de 2020 con la pandemia. Es por eso que todas las miradas están puestas en el comportamiento del país germano. Eso sí, no hay que olvidar que toda comparación con 2022 debe ser analizada con calma, ya que hay que tener en cuenta que fue un año inaudito para Euskadi, que pulverizó los 26.000 millones de euros de ventas exteriores que alcanzó en 2018 para sumar un nuevo récord de 32.500 millones de euros.