Así se desprende del ‘III Mapa de Talento Sénior. Jóvenes y mayores en el mercado laboral. La colaboración intergeneracional’, un informe impulsado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, que ha contado con la colaboración de la Fundación máshumano. Según este documento, la diferencia en la evolución entre ocupados jóvenes y sénior “pone de manifiesto una “silverización” del mercado laboral, que hace pronosticar que el colectivo sénior será cada vez más decisivo en la economía española, y refleja una tendencia que seguirá avanzando”.
Además, subraya que “una economía sénior supondría que más mayores (y jóvenes) trabajasen y pagasen impuestos, pero sobre todo que más españoles se beneficien de ser el mejor país del mundo para envejecer y generar toda una industria del envejecimiento que haga que millones de personas vengan a nuestro país”.
Asimismo, explica que la participación de los jóvenes en el mercado laboral ha descendido en los últimos años de forma considerable frente a la de los sénior. Actualmente, los jóvenes representan el 16% del total de la población activa y los sénior, el 20%. En este sentido, el informe indica que se está dando una “desjuvenización” del mercado laboral como consecuencia, entre otros factores, del cambio demográfico, la emigración de trabajadores cualificados, el fracaso escolar y las condiciones laborales de este colectivo.
Los parados menores de 30 años duplica el de los mayores de 55 años
El informe pone de relieve que el número de parados menores de 30 años duplica el de los mayores de 55 años. Los jóvenes representan el 30% de los desempleados españoles, con cerca de 900.000 parados, una cifra que se sitúa muy por encima de la que corresponde a los seniors (16,4%), que se acerca al medio millón de personas (489.000).
Sin embargo, a pesar de que el colectivo sénior cuente con menos personas desempleadas, el paro juvenil está experimentando una bajada, mientras que el sénior está subiendo. En el periodo de 2008 a 2022, se ha visto un incremento de 300.000 seniors desempleados, mientras que el colectivo junior cuenta con 153.000 jóvenes desempleados menos.
Eso sí, el paro de larga duración es más intenso entre los mayores de 55 años, ya que más del 50% de los seniors lleva dos años o más en esta situación, frente a los jóvenes, donde la mitad lleva menos de seis meses. “Estos datos reflejan las dificultades para trabajar que tiene este colectivo por razones de edad, así como la incidencia, todavía muy presente, del edadismo laboral en España, es decir, una forma de discriminación social en relación a la edad que afecta, especialmente, a las personas mayores”, avisa el estudio.
Por otro lado, el trabajo por cuenta propia está más presente entre los trabajadores mayores de 55 años que entre los jóvenes. Así, mientras que actualmente en España tan solo hay 189.000 jóvenes autónomos, existen 977.000 autónomos sénior. “Esta situación se da como consecuencia de que, a cierta edad, el trabajo por cuenta propia y el emprendimiento se convierten en una opción en la que los seniors pueden desarrollar sus especiales condiciones y capacidades”, analiza el informe.
En relación al sector de actividad, la “acusada terciarización” de la economía española determina la fuerte concentración de ocupados en el sector servicios, tanto entre los seniors (77%), como entre los juniors (81%), de acuerdo con el informe.
Presentación
En la presentación del informe, que se celebró este martes en el auditorio de Sagardoy Abogados, participaron el presidente de Fundación máshumano, Íñigo Sagardoy; el director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, y el subdirector general de Fundación máshumano, Tomás Pereda. También participaron Rafael Puyol, Alfonso Jiménez e Iñaki Ortega, coautores de la investigación.
La apertura del acto corrió a cargo del presidente del Consejo Económico y Social (CES), Antón Costas, y de la directora general de Personas y Organización de Mapfre, Elena Sanz.
Esta última declaró que “la generación sénior actual, al venir de una cultura del esfuerzo y del ahorro, es también un verdadero motor económico en términos de consumo e inversión”. También destacó que “gobiernos, empresas e instituciones inviertan en el dividendo sénior, ya que supone fortalecer la demanda económica y, con ella, la generación de empleo”.
En esta línea, Juan Fernández Palacios afirmó que “es importante poner en marcha medidas que fomenten el empleo de los mayores de 55 años y que luchen contra el edadismo laboral, evitando así, el derroche de talento sénior que se está produciendo actualmente en España”.