Febrero confirma el bajón de las exportaciones y el enfriamiento de la industria vasca

El año comenzó mal a nivel exportador y febrero poco mejora el balance de lo que va de 2024. A la bajada del 12% en enero en las ventas al extranjero de las empresas vascas se suma un nuevo descenso que deja la media de los dos primeros meses del año en el -11%. A diferencia de lo ocurrido en 2023, ahora las ventas de productos energéticos mantienen el tono frente al bajón del resto de productos.

Es la consecuencia del momento valle en el que han entrado algunas de las principales plantas industriales de Euskadi comenzando por la más grande, Mercedes Benz. La factoría de Vitoria anunció esta semana nuevas paradas en mayo confirmando que toda la primera mitad de 2024 va a ser al ralentí. La fábrica de furgonetas concentra en torno al 15% de todas las ventas de Euskadi al exterior, lo que explica que por sí sola ya esté siendo un freno al cómputo global de las exportaciones.

Según Eustat a cierre de febrero el descenso era del 11,4% en el conjunto del País Vasco, pero el frenazo es mucho más claro en Álava (-17%) con otras factorías también a menos revoluciones que en 2023, caso de Tubos Reunidos o la propia Michelin en Vitoria. En Bizkaia la bajada hasta febrero es similar a la media vasca mientras que es Gipuzkoa el territorio que salva mejor el arranque de 2024.

Mercedes-Benz Vitoria / IÑAKI BERASALUCE - EP

Francia rebasa a Alemania

La estadística de Eustat recoge también otros movimientos llamativos en el comercio exterior vasco como la consolidación en los últimos meses de Francia como primer destino de los productos fabricados en Euskadi. Alemania, que hasta hace poco se mantenía a la cabeza, acusa en mayor medida la desaceleración de sectores como la automoción (la mayor parte de furgonetas de Mercedes Vitoria se venden en el país germano) dejando paso al mercado galo como principal socio comercial.

Entre los grandes segmentos en que destaca Euskadi como territorio vendedor, bajan con fuerza los vehículos de Mercedes y los neumáticos, así como los tubos de acero. En el otro lado de la balanza se dispara la venta de petróleos sin refinar y aumenta también el comercio de componentes de automoción y trenes y tranvías.